El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, indicó este lunes que prevé un «crecimiento económico moderado» en Estados Unidos en 2010, pero admitió que el incremento del desempleo y la debilidad de los préstamos de los bancos son dos motivos de «gran inquietud».
El funcionario también se refirió a la debilidad del dólar, y aclaró que la Fed desea una moneda fuerte para asegurar la estabilidad financiera.
Bernanke dijo en un discurso ante el New York Economic Club que vislumbra una economía con un crecimiento sostenido, tras expandirse por primera vez en cuatro trimestres en el tercero de 2009, pese a los temores de que se produzca una recesión de doble caída.
«La estabilización de los mercados financieros y la restauración gradual de la confianza ayudan a proveer los cimientos necesarios para una recuperación económica», dijo. «Podemos apreciar evidencia temprana de esa recuperación».
Dijo además que la Fed permanece «atenta» a la caída del dólar y trabaja para «asegurar que el dólar sea fuerte y una fuente de estabilidad financiera global».
«Estamos atentos a las implicancias de los cambios en el valor del dólar y continuaremos elaborando políticas para protegernos de los riesgos que pesan sobre nuestro mandato doble de buscar el máximo empleo y la estabilidad de los precios».
Los comentarios de Bernanke se produjeron en momentos en que el billete verde se encuentra bajo intensa presión en los mercados de divisas extranjeros, y su debilidad genera quejas en varias economías temerosas de un impacto negativo.
La Reserva Federal mantiene su tasa directriz en casi cero, y como consecuencia de ello el dólar es utilizado por los inversores para los llamados «carry-trades», que consisten en tomar dólares prestados a tasas bajas para invertir en activos más rendidores, como las materias primas y bonos de otros gobiernos. Esto aumenta la presión sobre el dólar.
Los comentarios del jefe de la Fed causaron un breve ascenso del valor del dólar ante el euro, que hacia el final de la jornada logró recuperarse y mantener su tendencia alcista ante el billete verde.
Analistas extimaron que los comentarios de Bernanke harán poco para impulsar el dólar a menos que sus palabras se vean reflejadas en acción en lo que respecta a las tasas de interés.
«Los mercados seguramente tomaron nota de sus palabras», dijo Vassili Serebriakov, estratega de monedas en Wells Fargo.
«Sin embargo, en ausencia de cualquier cambio significativo en la política monetaria dudamos que «la palabra oficial» pueda revertir la actual tendencia de debilitamiento del dólar.
Bernanke no dio pistas sobre cuándo comenzarían a elevarse las tasas y se limitó a reiterar lo resuelto por el Comité de Política Monetaria de la Fed en su última reunión: que «las actuales condiciones seguramente aseguren los extraordinariamente bajos niveles de la tasa directriz por un extenso periodo».