Activistas en derechos humanos explicaron que el área rural continúa como el área de mayor exclusión a la diversidad sexual. Critican que se les limita el acceso a salud, trabajo y servicios básicos, además denuncian agresiones físicas y psicológicas por grupos homofóbicos.
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Aldo Dávila, representante de la Red Nacional de Diversidad Sexual y VIH en Guatemala, expresó que según la «Encuesta Nacional Sobre la Percepción de los Guatemaltecos Sobre la Homosexualidad» demuestra que únicamente el 11 por ciento de la población conoce acerca de la homofobia.
Además agregó que la mayoría de casos los guatemaltecos no reconocen una equitativa relación de derechos para las personas homosexuales, lesbianas y heterosexuales, y rechazan la relación con dichas personas en la educación, salud e incluso en la familia únicamente el 39% de la población aceptaría tener a una.
«En Guatemala se sigue viviendo en una sociedad altamente machista y la educación que da la Iglesia, son dos puntos que han provocado que la diversidad sexual no sea vista como algo normal», expresó el entrevistado.
En el área rural es en donde hay más rechazo y discriminación, «esto debido a la ignorancia y el poco conocimiento que existe sobre la diversidad sexual», aseguró el entrevistado, quien a la vez expresó que en esta zona es en donde más agresiones se reportan.
Otra de las exclusiones que sufren es en la política, en donde sólo el 26 por ciento de las personas entrevistadas votarían por un candado homosexual, en cualquiera de los ámbitos de la política.
Calificó como lamentable la violencia y el rechazo a la diversidad sexual, ya que se tiene que aprender a convivir y es por eso que realizan esfuerzos por sensibilizar y sociabilizar a este sector de la población que ha vivido excluida.
«No queremos derechos nuevos, sólo queremos equiparación de derechos, que se respeten los que están hechos para nosotros y nosotras», finalizó Dávila.