Los aficionados costarricenses cruzan los dedos para que el duelo contra Uruguay este sábado les comience a abrir las puertas al Mundial de Sudáfrica-2010, pese a la errática trayectoria de la selección, en un encuentro para el que todavía quedan entradas disponibles.
El juego ha acaparado la atención de la hinchada en general, bombardeada con profusa información sobre el cotizado rival sudamericano, al que muchos consideran accesible.
«Dios quiera que ganemos porque ya no hay más allá. Ganar aquí es posible, pero de visita lo veo muy difícil», dijo Olman Montes, mientras atiende su negocio de abarrotes.
«Sí, sí ganamos. Uruguay tiene gente de mucha calidad, pero también nosotros la tenemos. Ganamos aquí y empatamos allá, o clasificamos por (diferencia de) goles», especuló Alexander Marín, mientras discute del tema con otros aficionados en el interior de un autobús.
Los hinchas, expertos en conclusiones, saben que el gol de visita valdrá doble y esa circunstancia los hace soñar.
«Vea: aquí ganamos 2-0 y allá perdemos 3-1 y listo. Nos vamos a Sudáfrica», vaticinó Jorge Cerdas, un albañil amante del futbol.
«Yo le veo difícil, pero no imposible. Ay, que Diosito nos ayude», admite Roberto Méndez, mientras vende helados a sus clientes en las afueras de la capital.
Contrario al ferviente entusiasmo de los aficionados, el ambiente que envuelve al encuentro es más frío de lo acostumbrado.
En las afueras del estadio Ricardo Saprissa, sede del crucial juego, el viernes en la mañana había muchos revendedores, pero ningún comprador.
«Esto está frío, pero esperamos que caliente en la tarde o mañana durante el día», dijo el vendedor Marco Fernández en las afueras del Saprissa.
«Se han vendido pero la demanda es poca», lamentó Fernández.
Para el vendedor Raúl Espinoza, estacionado desde el pasado lunes en las afueras del Saprissa, las ventas están «muy flojas».
«Pero estamos esperando que caliente, porque los precios son similares a los oficiales», agregó Espinoza.
Para el hondureño Edgardo Jirón, que vino desde su país «para pulsear el billete», también el ambiente es frío.
En relación con el enfrentamiento ante Uruguay, Jirón sostiene que Costa Rica puede salir adelante.
«Son once contra once y sí es posible clasificar», vaticinó Jirón.
Para Eduardo Vindas, la situación será favorable a la «celeste».
«Está difícil porque ellos son más profesionales y vienen con todo» mientras vendía lotería en los alrededores del Saprissa.
Igual criterio expuso Guillermo Soto, quien vendía entradas en una de las boleterías oficiales, donde aún quedaban 100 ingresos del sector de plateas.
«Yo creo que aquí se podrá, pero en Montevideo con 70 mil aficionados en contra será imposible», dijo Soto.
Costa Rica devolverá la visita el 18 de noviembre en el Estadio Centenario de Montevideo. El ganador de la serie clasificará al Mundial en Sudáfrica.