El hermetismo es una de las principales armas que ha sacado el técnico brasileño René Simoes, que prepara a puerta cerrada el duelo de mañana ante su par de Uruguay, en la decisiva repesca por un boleto hacia el Mundial de Sudáfrica-2010.
En medio del intenso trabajo de preparación en el Proyecto Gol, unos 10 kilómetros al oeste de San José, el estratega da pocas pistas de cómo Costa Rica medirá fuerzas ante un rival considerado un peso pesado del fútbol sudamericano.
«Hoy no hablo nada, como (í“scar) Tabárez (el entrenador celeste) no habla tampoco, él no dice si va con tres o cuatro defensas», se defendió el brasileño ante el acoso de la prensa deportiva sobre dónde tiene las principales dudas de cara al crucial juego.
Sin embargo, en el plano táctico, el seleccionador ha estado ensayando un sistema defensivo con tres centrales al fondo y dos carrileros veloces, con los que procura darle al equipo la salida que requiere.
Los tres centrales titulares ante Uruguay serían Gilberto Martínez, del Brescia de Italia, Luis Marín y Michael Umaña, que juegan en el país.
Martínez y Marín jugaron los mundiales de Corea del Sur y Japón-2002 y Alemania-2006, que también disputó Umaña.
El estratega dejó entrever que en el juego del sábado, en el campo de hierba artificial del Ricardo Saprissa, habrá mucha velocidad, contrario a lo que ocurrirá en Montevideo el miércoles 18, donde imperará la fuerza.
«De eso no se habla tampoco», respondió sobre la preparación mental del grupo. «Hay que ser fuerte. Los dos partidos serán diferentes», señaló.
«Hay que tener tranquilidad. Queremos velocidad, intensidad, pero también hay que estar tranquilo», declaró en una entrevista con el diario La Nación.
Simoes ha dicho que conoce a fondo el accionar de Uruguay tras consultas a sus compatriotas Dunga y Jorginho, que dirigen a la selección brasileña, y al que enfrentaron en la eliminatoria sudamericana.
El estratega brasileño llegó a Costa Rica como emergente para los dos juegos finales del hexagonal de la Concacaf, ante Trinidad y Tobago y Estados Unidos.
La clasificación al Mundial se le fue de las manos tras el empate agónico que Estados Unidos logró en los últimos segundos del partido disputado en Washington el 14 de octubre.
Los ticos finalizaron empatados con Honduras en el tercer puesto de la eliminatoria, con 16 puntos, pero cayeron al cuarto lugar por diferencia de goles.
Uruguay, que estableció su campamento en Guatemala, tiene previsto arribar el viernes.
En la hinchada costarricense hay gran motivación para el crucial encuentro, especialmente por la presencia de grandes jugadores uruguayos, como el goleador Diego Forlán (Atlético de Madrid, España), uno de los más admirados en este país centroamericano.
Pero los fanáticos también están convencidos que será posible conseguir el pase al tercer Mundial consecutivo y al cuarto en su historial.