El director general de la FAO, el senegalés Jacques Diouf, llamó a una huelga de hambre y lanzó ayer en Roma una campaña mundial de protesta ante el aumento del número de personas desnutridas en el planeta, que supera los mil millones.
«Hay que firmar la petición «No estoy de acuerdo» en la página www.1billionhungry.org. Cada firma sirve para hacer crecer el movimiento y se transforma en un mensaje para los líderes del mundo», destacó Diouf.
El director general de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) llamó también al mundo entero a realizar «una huelga de hambre» el próximo sábado y domingo en solidaridad con casi una sexta parte de la población mundial que padece hambre.
«Personalmente cumpliré 24 horas de huelga de hambre a partir del sábado por la mañana», dijo.
Según cifras de la FAO, el hambre afecta actualmente a 1.020 millones de personas y la crisis económica reciente arrastró a unos 105 millones más a engrosar el número de desnutridos.
La FAO inaugura el lunes una Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria de dos días, a la que asistirán entre otros los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, de Paraguay, Fernando Lugo, y probablemente el venezolano Hugo Chávez.
«No puedo anticipar cuántos vendrán, pero llegará un número notable de presidentes», aseguró Diouf, quien espera movilizar a líderes africanos y latinoamericanos, como ocurrió en la primera cumbre mundial celebrada en 1996, a la que asistió inclusive el líder cubano Fidel Castro.
Fuentes cercanas a la FAO calculan que más de 60 jefes de Estado o de gobierno han confirmado su asistencia y no se excluye la llegada del líder libio Muammar Kadhafi, del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, del jefe de Estado egipcio Hosni Mubarak y de Zimbabue, Robert Mugabe.
A la apertura asistirá por primera vez el papa Benedicto XVI, quien ha lanzado numerosos pedidos contra el hambre en el mundo.
«Se trata de una tragedia enorme», comentó Diouf, quien aparece en un video en la página internet en la que cuenta hasta seis tras lo cual denuncia: «Cada seis segundos muere un niño en el mundo» por hambre.
Diouf espera que la petición sea firmada por más de mil millones de personas para demostrar que buena parte del mundo sí quiere ayudar a aquella que vive en la miseria.
«La FAO no puede resolver el problema del hambre en el mundo. Su función es sensibilizar a los líderes del mundo, proteger al consumidor, denunciar el acaparamiento de tierras», explicó Diouf, quien divulgó también un informe sobre los éxitos obtenidos en 16 de los 79 países objeto de seguimiento por la entidad de Naciones Unidas.
«El hecho de que en 31 países se haya incrementado el hambre esconde que en 16 ya se ha alcanzado o se encuentran bien encaminados para lograr el objetivo de reducir el número de personas hambrientas para el año 2015», sostiene la entidad.
El ejemplo de esos países, entre ellos figura Brasil, constituye un mensaje de esperanza, según Diouf, quien está convencido de que «sí se puede ganar la batalla contra el hambre».
«Se necesita el compromiso firme de los propios gobiernos de los países en desarrollo y un sólido apoyo de la comunidad internacional», aseguró el director general, quien invitó a los representantes, ministros y jefes de Estado y de gobierno de más cien países a la reunión de Roma.
La FAO considera clave que se invierta en la agricultura y pide que el porcentaje (16-17%) de fondos oficiales para el desarrollo, cerca de 44.000 millones de dólares, sea incrementado.
«No tenemos recetas, pero sabemos que hay hambre porque falta invertir en el sector de la agricultura. En los últimos decenios esa inversión descendió del 17% al 3%», lamentó Diouf.