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Lo cierto del caso es que estas son algunas hipótesis sobre la operatividad de los autores materiales; sin embargo, los cerebros de esta mafia aún no logran ser desarticulados.

LíNEAS DE INVESTIGACIí“N

PILOTOS Y AYUDANTES INVOLUCRADOS

De acuerdo con las fuerzas de seguridad, por lo menos 128 personas han sido capturadas en lo que va del año por extorsionar a los conductores del transporte urbano y extraurbano.

Dentro de las aprehensiones existe un porcentaje de pilotos, ayudantes e inspectores de las unidades, principalmente urbanas, se afirma.

Los meses donde hubo un repunte de capturas fue julio con 19, agosto con 18, septiembre con 17 y octubre con 15; en el caso de este último, un grupo de inteligencia, mediante investigaciones, destacó que en ese mes y en lo que va de noviembre han identificado que por lo menos 20 de los detenidos son inspectores, pilotos, ayudantes y encargados de mecánica.

Dichas averiguaciones iniciaron principalmente en Mixco, luego que el alcalde Amí­lcar Rivera solicitara al Gobierno decretar Estado de Prevención por la ola de violencia que cobró la vida de conductores y dejó sin transporte por varias semanas a los pobladores de ese municipio.

El acuerdo para identificar a los extorsionistas consistí­a en que los conductores no cederí­an a los chantajes económicos, en lugar de ello, cuando recibieran el teléfono de los delincuentes se lo proporcionarí­an a los investigadores para identificar los números.

Las denuncias sobre las amenazas que recibí­an también fueron clave para identificar a aquellos que los extorsionaban; la mayorí­a fueron capturados en flagrancia, es decir, cuando recogí­an los montos exigidos en los predios de buses y en cuentas bancarias.

Según los informes de inteligencia, en varias ocasiones los involucrados eran supuestamente el canal para entregar el dinero a los malhechores, quienes decí­an que lo realizaban por encontrarse bajo amenazas.

Estas versiones suelen escucharse en los predios de buses, algunos de ellos afirman que recogen o cobran dinero producto de la extorsión bajo amenazas de muerte y que los delincuentes los tienen de rodillas.

Un ejemplo de esta situación fue lo sucedido la semana pasada, cuando un grupo de pilotos de la ruta 40R y 40P de la empresa Eureka obstaculizaron el paso en el kilómetro 13.5 de la ruta Interamericana, por presión de un grupo de delincuentes que los amenazó para que llevaran a cabo esta acción, por la captura de una mujer que vendí­a comida en el extremo de buses y que era enviada por un reo del Preventivo para Varones de la zona 18 para extorsionar.

La situación llamó la atención de los medios de comunicación, porque al cuestionar a los conductores, éstos se mostraban herméticos; sin embargo, una fuente policí­aca admitió que éstos fueron obligados a obstaculizar el paso vehicular.

No obstante, algunos trabajadores del transporte reconocen que están amenazados pero pueden evitar participar en hechos de delincuencia, tal es el caso de un joven de 22 años, quien pide no ser citado y que trabajaba como ayudante de un bus de la ruta 40R; esta persona, cuando se le intentó involucrar en extorsiones, prefirió salirse del transporte y no terminar como un su familiar que fue detenido hace dos semanas en el extremo de buses de Santa Marta, en la zona 5 de Mixco.

OPERATIVIDAD DESDE LA CíRCEL

Las cárceles del paí­s se han convertido en escenarios de planificación de hechos delictivos: asesinatos de pilotos y cobro de extorsiones, entre otros.

Fuentes policí­acas refieren que han identificado a varios reos de las maras Salvatrucha y 18 para enviar a sus clicas y amenazar a los empresarios y trabajadores del transporte.

Tal es el caso de los reos Jacobo Pérez Reynoso, alias Yau del Iguar; José Balmore Alegrí­a Merino, (a) el Pshyco y Jorge Yair de León (a) el Diabólico, todos de la Mara Salvatrucha, quienes se encontraban en la cárcel de El Boquerón, en Cuilapa, Santa Rosa, y desde allí­ movilizaban a gente que operaba junto a ellos.

Según el Ministerio Público (MP) estas personas se dedicaban a planificar extorsiones en contra de Transporte Josefina, que presta el servicio en San José Pinula y cada semana cobraban una cuota bajo la amenaza de asesinar a un piloto.

Esta banda criminal se desarticuló en julio pasado, en donde también se conoció que otras personas ajenas a las pandillas participaban en esta mafia.

Asimismo, se conoció que a los reos de la gavilla 18, Esvin Ramí­rez Iboy, (a) el Yegua y a Hans Ludovin Flores Quintanilla (a) el Rabbit, extorsionan a los empresarios y conductores de las empresas Velotax, Común R. L. y La Fe.

Esta información fue descubierta luego de la captura de Sandra Herlinda Ponciano Ichich, de 26 años, Griselda Leonor Chamalé González, de 40, y Luis Augusto Monzón Lemus, de 25, quienes fueron detenidos en la colonia Lomas de Santa Faz, en la zona 18, el pasado 31 de agosto.

Según se dio a conocer, Ponciano Ichich es pareja de Ramí­rez Iboy y junto a los otros detenidos se dedicaban a reclutar mujeres y niños para recoger extorsiones y entregar los teléfonos a los empresarios de las referidas empresas.

De acuerdo con los informes, Ponciano Ichich recolectaba alrededor de Q6 mil semanales y los llevaba el dí­a de visita a su conviviente, dinero que era utilizado para la compra de drogas, armas y artefactos explosivos, entre otros.

El caso resultó complicado, afirma un investigador, pues aunque se desarticuló la célula criminal, los delincuentes se volvieron a organizar y nombraron a un lugarteniente que opera desde afuera por órdenes de otros privados de libertad, pues los mencionados en esta nota fueron trasladados a la cárcel de máxima seguridad Fraijanes II.

PANDILLEROS Y SICARIOS

Este vespertino tuvo acceso a la grabación de voz de un sicario, quien dice ser enviado por reos del Preventivo de la zona 18, para matar y extorsionar a los conductores del transporte.

Según la grabación, un asesino cobra Q300 por segarle la vida a un piloto; la hora y la ruta a atacar la decide el privado de libertad, pues en el caso de la persona que relata su experiencia, estaba asignado para atacar los predios de la zona 18.

Sin embargo, este admitió que la ruta o la empresa podí­an variar, según la solicitud de quienes lo manden.

MAFIA OSCURA

Aunque los crí­menes en contra de los trabajadores del transporte iniciaron desde el año 2006, las autoridades de cada administración aún no logran dilucidar quién es el autor intelectual de estos hechos, que han dejado a cientos de viudas, huérfanos y familias enteras sin el apoyo moral y económico de uno de sus miembros.

La manera y la logí­stica de los asesinatos llama la atención por la disciplina con la que son planificados, es decir, horarios puntuales, paradas especí­ficas, victimarios a bordo de vehí­culos blindados, antes de motocicletas; fusiles de grueso calibre y agresores que rara vez fallan al disparar un arma.

En la mayorí­a de ataques participan pandilleros, personas que viajan como pasajeros y sicarios, quienes supuestamente son enviados por reos que posiblemente son mandados por otros grupos.

Según Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), la ola de violencia en contra del gremio de transportistas podrí­a estar vinculada con grupos paralelos que buscan desestabilizar a la población y que desafortunadamente el Estado no ha logrado enfrentar esta mafia que sigue cobrando cientos de vidas.

Por su parte, Carmen Rosa de León Escribano, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), cree que este problema está relacionado con el sistema de transporte en sí­, sin embargo, no descarta que la situación sea utilizada por otros grupos para manipular la situación.

Según la representante de IEPADES, con la implementación del Transmetro es probable que se identifique a los autores intelectuales de estos hechos, pues cuando el sistema de transporte cambie será más fácil conocer si existen otros grupos detrás del negocio de la violencia.