APEC celebra cumbre


Veinte años después de su creación, el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pací­fico (APEC) celebra una cumbre el viernes y sábado en Singapur en tiempos de grandes cambios geopolí­ticos, con el ascenso de China y los múltiples problemas de Estados Unidos.


El presidente norteamericano, Barack Obama, llegará a Singapur con una economí­a que lucha por recuperarse lentamente, un dólar muy débil y una diplomacia necesitada de nuevas estrategias.

A diferencia de Estados Unidos, China no fue miembro fundador de la APEC cuando se lanzó el foro en noviembre de 1989, cinco meses después de la violenta represión en la plaza de Tiananmen de Pekí­n, que provocó una ola de crí­ticas contra las autoridades chinas.

Cuando China se sumó a la APEC en 1991, todaví­a se encontraba en transición de su economí­a planificada hacia un modelo más abierto.

Ahora muestra cada vez más una gran confianza a nivel mundial y se encamina a convertirse en la segunda economí­a mundial.

Con su crecimiento económico se amplí­a su influencia, ya que ha pasado a financiar la deuda de Estados Unidos con la compra de bonos del Tesoro norteamericano, se ha convertido en el máximo comprador de materias primas para alimentar su industria y cada dí­a tiene más peso en cuestiones diplomáticas internacionales.

De todos modos, y pese a estos datos relevantes, Estados Unidos tiene una larga historia de liderazgo en la región y todaví­a es el mayor mercado para los bienes producidos en las naciones de Asia y el Pací­fico, muy dependientes de sus exportaciones.

«Creemos que Estados Unidos desempeña un papel indispensable en Asia en muchas áreas -económica, polí­tica, estratégica, de seguridad-«, dijo la semana pasada el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, anfitrión de la cita.

«Hemos estado hablando de un mundo multipolar, pero Estados Unidos es de hecho la nación más poderosas del planeta y lo seguirá siendo durante cierto tiempo», agregó Lee.

Estas palabras de apoyo a Washington tienen lugar en momentos en que crece el debate sobre el papel de Estados Unidos en las diferentes propuestas que circulan sobre zonas de libre comercio, incluyendo la idea japonesa de la Comunidad del Este Asiático en la que cual la participación norteamericana no está clara.

Para Charles Morrison, presidente del Centro Este-Oeste con sede en Hawai, los paí­ses de la región están contentos con el actual equilibrio de fuerzas en las relaciones chino-estadounidenses.

«Las naciones asiáticas no quieren tomar decisiones y están muy cómodas en este marco en el cual Estados Unidos y China avanzan juntos», explicó.

«Pero es algo muy natural que, si se es una pequeña potencia, se quiera ser capaz de tener cierto margen de acción ante las grandes potencias pero no se quiera un conflicto que lo obligue a uno a tomar posición», continuó.

De su lado, Huang Yiping, profesor de economí­a de la Universidad de Pekí­n y ex jefe economista de Citigroup para Asia, señaló que China enfrentará desafí­os a medida que su influencia se vuelva más importante.

«Obviamente la economí­a está creciendo en forma significativa y su influencia está aumentando muy rápido», afirmó.

«Pero la cuestión a la que tendrá que enfrentarse China es la de saber si estamos listos o no para desempeñar un papel de liderazgo los asuntos regionales o mundiales. Esto es algo que pienso necesitamos pensar con cuidado», estimó.

La APEC tiene 21 miembros: Australia, Brunei, Canadá, Corea del Sur, Chile, China, Estados Unidos, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia y Vietnam.