Contadores «inteligentes» de agua o gas


Los nuevos «contadores inteligentes» que empiezan a instalarse en casas de todo el mundo para calcular el uso de energí­a, gas o agua han provocado un debate sobre privacidad por la información que transmiten sobre hábitos de consumidores, indicaron expertos en un congreso en Madrid.


Estos aparatos enví­an datos sobre el consumo de energí­a, agua o gas de los hogares a las empresas, lo que permite a éstas gestionar la demanda con más eficacia y aconsejar a los consumidores sobre cuándo es más barato consumir.

Pero varios expertos reunidos en Madrid en la 31ª Conferencia Internacional sobre Protección de Datos y Privacidad esta semana advirtieron de que los contadores «inteligentes» también pueden transmitir detalles privados sobre las costumbres de los usuarios como cuándo comen, a qué hora van a dormir o cuánta televisión ven.

En un momento en que se prevé que se construyan cada vez más coches eléctricos, estos aparatos podrí­an utilizarse también para obtener información sobre el comportamiento del usuario fuera de casa, añadieron.

«La recolección y almacenamiento de datos convierte a éstos en vulnerables (…) al acceso de los gobiernos», declaró a la AFP Christopher Wolf, copresidente y fundador del Foro sobre el Futuro de la Privacidad, con sede en Washington.

«Se trata de saber cuánta información sobre nosotros puede ser recabada por terceros, cuánta necesitan realmente, cuánto tiempo necesitan almacenarla, bajo qué normas se almacenarí­an y cuándo se destruirí­an», agregó.

El Parlamento Europeo aprobó una normativa energética en abril que propone que el 80% de los consumidores de electricidad tenga un contador «inteligente» en 2020.

En Italia, el paí­s europeo que cuenta con una mayor cantidad de estos aparatos, el 85% de los hogares ya los tienen instalados, según el Foro sobre el Futuro de la Privacidad. Por detrás se encuentra Francia, con el 25%.

En Estados Unidos se han instalado unos 8 millones de contadores «inteligentes» y el gobierno prevé colocar en un futuro 52 en 2012.

«Hay una gran posibilidad de invasión de la privacidad dependiendo de quién puede tener acceso a esta información. Vamos hacia una expansión ciega de los contadores «inteligentes»», advirtió a la AFP Elias Quinn, analista polí­tico del Centro de Seguridad Energética y Medioambiental de la Universidad de Colorado (EEUU).

Las empresas podrí­an estar tentadas de vender datos sobre las costumbres de sus clientes a otras que los utilicen para enviar publicidad, según Quinn, que recomienda la creación de normas que limiten la transmisión de ese tipo de datos para prevenir abusos.

Los datos de una persona con problemas para dormir que se levante con frecuencia por la noche –identificado por consumos de electricidad que mostraran que enciende la luz por la noche– podrí­an utilizarse para enviarle publicidad sobre ayudas para conciliar el sueño, por ejemplo.

Por su parte, las empresas de seguros podrí­an utilizar los datos para subir la cuota a un conductor cuyo consumo de energí­a del automóvil indicara que suele regresar a casa cuando los bares cierran.