Sobre la pena de muerte


Martí­n Cristóbal del Bosque, www.unidoscontralasmaras.com

Ha pasado ya una semana desde que ocurrió el cobarde, cruel y vil asesinato de la inocente í‰velyn Carolina Isidro Velásquez, y es ahí­ donde nos damos cuenta que el sistema de justicia pareciera no funcionar con la celeridad que el ciudadano común quisiera y no entiende cómo es que estas hienas encarnadas en cuerpos humanos habiendo confesado ante todo el paí­s que ellos habí­an cometido «la mulada» de matar a un angelito, todaví­a merecen un juicio… es difí­cil explicarle a Juan Pueblo o Pedro Chapí­n que esa confesión no es válida legalmente sino que debe hacerla ante juez competente para que sea aportada como prueba dentro del debido proceso, pero aceptando por fin que debe de llevarse a cabo este larguí­simo procedimiento con todo y su tortuguismo, espera indignado que se dicte sentencia en contra de estos asesinos cobardes y únicamente cabe una: LA PENA DE MUERTE, no es que nos alegremos por ello, es triste y lamentable tener que escribir a favor del máximo castigo dentro de nuestro ordenamiento legal, pero es un mal necesario, estos cobardes no tienen rehabilitación dicen los psicólogos, ellos han perdido toda noción de lo que significa la vida humana. Allí­ están dos criminales que sabe Dios si no han cometido otros crí­menes iguales de horribles y hasta ahora están en prisión, no importa si son mareros o son roqueros, el caso es que merecen ser condenados a la pena capital. Decí­a un columnista (Méndez Vides) de elPeriódico que todos son ví­ctimas en este caso, poniendo nuevamente como excusa la pobreza económica, ¡no señores!, ya es tiempo de dejar de usar la pobreza como pretexto, razón, motivo, o circunstancia decí­a el Chavo del 8, dice que estos dos asesinos salen a la calle sin dinero y que todo lo que ven en las vitrinas se les antoja ¿y a quien no? y que sólo les ocurren cosas extrañas para salir de la rutina ¡puchis! Ya basta, señores, de dejar de ver a todo marero, roquero, delincuente, robacarros, narcotraficantes y hasta los delincuentes de cuello blanco que pululan en nuestro paí­s que ellos hacen lo que hacen porque de niños no tuvieron x o tal juguete o que sólo viví­an con su padre o madre, ¡Ya basta!

Y ADEMíS: Nos causa frustración el asesinato de un agente en el cumplimiento de su deber en la colonia Nimajuyú porque desde nuestra página web les remitimos la denuncia de unos vecinos acerca de un marero apodado «el Colocho» y dos cómplices nicaragí¼enses, si los hubieran vigilado tal vez se hubiera evitado ese crimen, la denuncia la remitimos desde el 24 de agosto de 2006. Por favor, señores de las autoridades, correspondientes MíNIMO investiguen las denuncias que les remitimos, a nosotros nos las hacen llegar vecinos desesperados.

Por una Guatemala en paz.