Hemos visto recientemente en los medios de comunicación masiva, escrita y televisada, la dramática situación de los niños con desnutrición crónica, al extremo de no tener más que piel y hueso, un cuadro que parte el alma. Imaginen lo que pasa en el cerebro, su crecimiento, con las neuronas y las conexiones, con muy pocas dentritas o con la ausencia de ellas. Si estos niños salen de esta crisis, tendrán verdadera dificultad en aprender por el resto de sus vidas. Sin embargo, sí, con atención adecuada, podrán aprender porque el cerebro es tan maravilloso que responderá a los estímulos correctos si llegan de forma inmediata y no dejado al tiempo como en muchos casos sucede en el área rural de Guatemala. La nutrición de la madre durante el período prenatal, como en el postnatal, es muy importante para el bebé en el desarrollo de sus capacidades posteriores. Esto es algo que las personas deberían poder controlar. Hay otras situaciones especiales no controlables por los padres, a la hora del nacimiento de sus hijos.
A esta última situación me refiero cuando hablo de los niños con capacidades especiales y que caben dentro de las inteligencias múltiples de Howard Gardner (1983) cuando creó siete áreas originales, siendo éstas la verbal, lógica, visual, musical, kinestética, interpersonal e intrapersonal; en el año 1996 añadió la categoría naturista. De este grupo se puede tomar cada niño con capacidad especial y se puede determinar cuál o cuáles son sus áreas de capacidad dominante y cuáles las secundarias. No hay dos niños iguales. En 1999 abogaron por añadir la inteligencia emocional (Daniel Goleman). El que un niño tenga capacidades especiales no quiere decir que su cerebro carezca de la amígdala, el área de las emociones. Hace 25 años, la educación era básicamente oral, el maestro hablaba y los alumnos escuchaban. Ahora es mucho más activa dirigida hacia una educación multisensorial que pueda favorecer a los niños con capacidades especiales. Por ejemplo, lo visual-espacial constituye alrededor del 50% de la forma de educar, 35% es kinestético y lo verbal-lingí¼ístico ha bajado a un 15%. Esto ha favorecido tremendamente la inclusión en el aula. A propósito, ¿qué es verdaderamente un aula inclusión? Un aula inclusión es donde se encuentran amistades basadas en el aprecio de similitudes y diferencias. La palabra inclusión tiene la connotación de pertenencia (belonging), cualidad que todo ser humano necesita tener; el calor de pertenecer a un grupo, a una familia, desde bebé, durante su crecimiento como niño, su adolescencia y de adulto. El aula de inclusión ha reemplazado lo que se llamaba antes un aula «mainstreaming», aula no académica sino para promoción social, sin reconocimiento oficial. Ahora sí es académica. El Decreto No. 27-2,003 del Congreso de la República de Guatemala, «Ley de protección integral de la niñez y adolescencia» en sus artículos 46 y 47, habla de que los niños con capacidades especiales tienen derecho a gozar de una vida plena y digna y de educación, servicios de salud, rehabilitación, esparcimiento, así como la protección para el trabajo, para lo cual promoverá, si no contara con estos servicios, su creación. Si fuera necesario y dentro de sus posibilidades, las referiría a centros privados. . . Precisamente uno de esos centros es resultado del esfuerzo de quienes conforman la Fundación Margarita Tejada para Síndrome Down. El propósito del programa de esta Fundación, es la intervención temprana y la estimulación de la motricidad gruesa, el desarrollo del lenguaje, el auditivo, el visual y el táctil de los niños, desde sus primeros meses de vida. Recordemos aquí las inteligencias múltiples de Gardner.
Con el espíritu de hacer realidad la equidad, la escuela inclusión, iniciada por Margarita Tejada, es única. Significa que todos los niños, alumnos, aun los que tienen capacidades especiales «más especiales», comparten las aulas con los niños inscritos de los alrededores del sitio donde está la FMT. Es decir, la Escuela Margarita Tejada, abrió las puertas a la comunidad a su alrededor para acomodar a los niños con mayores capacidades para asistir a las mismas aulas de los niños con capacidades especiales. Esta escuela está autorizada para funcionar por el Ministerio de Educación. De esta manera los niños y jóvenes podrán seguir estudios académicos más adelante, si es el caso, o pueden continuar preparándose en puestos laborales no académicos, como algunos ya la han hecho. Esta preparación la dan en sus talleres de manualidades varias y panadería. La iniciativa, la creatividad, el esfuerzo y la tenacidad de quienes conforman y manejan la Fundación Margarita Tejada, es realmente encomiable. Lástima que les retiraron la ayuda que les daban. ¡Sigan adelante! ¡Otros ayudarán!
* «FELICITACIONES A LA HORA EN SU LXV ANIVERSARIO»