Tras una década de retrasos, China dio luz verde a la construcción en Shanghai de un parque temático Disney, primero del grupo en China continental, y que supone una enorme inversión norteamericana en el sector del turismo.
El proyecto, estimado en 3.600 millones de dólares, será una de las mayores inversiones extranjeras realizadas en China. El anuncio de la llegada de Disney a China se hace una decena de días antes de la visita del presidente norteamericano Barack Obama a Shanghai y a Pekín.
Ni Disney ni la alcaldía de Shanghai precisaron el monto del proyecto de parque, que tendrá una superficie de 10 km2 en el barrio de Pudong de la capital económica china, tras 4.000 expropiaciones.
«El proyecto de Disney en Shanghai recibió la aprobación de los ministerios concernidos» a fines de octubre, anunció hoy la alcaldía de Shanghai.
Se trata de la primera etapa de la aprobación oficial, considerada crucial, pero no de la última, para el parque, cuya apertura se haría en 2012 ó 2013. Las autoridades chinas debatieron durante largo tiempo qué ciudad china debía acogerlo.
«Discusiones profundas fueron emprendidas sobre los detalles del proyecto», señaló la municipalidad.
Un portavoz de Disney en Shanghai confirmó que «no se trata todavía del acuerdo definitivo», que podría tardar aún «varios meses».
En un comunicado, la firma norteamericana se congratuló de que fuera superada esta etapa, que va a permitir a Disney y a sus interlocutores de Shanghai «avanzar hacia un acuerdo final».
«China es uno de los países más dinámicos (…) del mundo, y este acuerdo significa una etapa crucial para la sociedad Walt Disney en China continental», declaró el directivo de la firma, Robert Iger.
Si el costo avanzado por la prensa, 3.600 millones de dólares, se confirma, la inversión de Disney en Shanghai sería aún mayor a la del parque abierto por la firma en 2005 en Hong Kong, que costó 3.000 millones de dólares.
Según la agencia China Nueva, «varias grandes empresas públicas» se asociarán con Walt Disney en este nuevo parque, que sería el sexto de su tipo, 50 años después de la inauguración del primer Disneyland en California).
Existen ya los dos parques Disney norteamericanos (California y Florida), y de tres fuera de Estados Unidos: Eurodisney en Francia, Tokio y Hong Kong.
He Jianmin, uno de los economistas encargados de evaluar el proyecto por parte de China, se declara confiado en su rentabilidad.
«Disney ha hecho estudios reiterados. Ahora, con el desarrollo de la economía china, no se plantean problemas», declaró He a la AFP.
Ya en 2006, la alcaldía de la ciudad había dado cuenta de su interés por el proyecto, y su alcalde, Han Zheng, recalcó las «ventajas» de su ciudad.
«Shanghai necesita recentrarse en la industria de servicios (…). El turismo es un sector importante de la misma», señala Wang Liang, subdirector de un instituto de encuestas económicas dependiente de la alcaldía.
Por lo demás, Shanghai cuenta con toda la actividad derivada de la creación de un parque, al igual que la firma Disney.
«Disney no sólo apunta a los ingresos del parque, sino también a los pequeños consumidores» que, una vez conquistados por Mickey y sus compañeros, comprarán los productos derivados, estima el experto.
Disney tiene ya más de 600 empleados en China y comercializa sus productos en unas 25 ciudades del país.
La firma creó incluso, el año pasado, un centro de enseñanza del inglés en Shanghai destinado a los niños de 2 a 10 años de edad.