SOS Racismo denunció hoy en Francia la discriminación racial de grandes empresas que contratan o registran a sus empleados por su origen étnico, mientras el gobierno francés, que impulsa un debate sobre la «identidad nacional», lanza la experiencia de los CV anónimos.
En un informe titulado «El registro étnico-racial: una herramienta de discriminación» que SOS Racismo entregó al gobierno, la organización criticó la «falta de colaboración» de las autoridades a las que reclamó «reforzar la lucha contra el delito de registro étnico-racial para combatir las prácticas discriminatorias».
SOS Racismo, que elaboró el informe junto con la federación nacional des «Maisons de potes», pidió la aplicación de una convención firmada con el gobierno en noviembre de 2008 para detectar esas prácticas.
«Las autoridades se han mostrado poco proclives a colaborar con SOS Racismo y a aportar una respuesta represiva a las prácticas denunciadas», afirma el documento que cita los casos de Eurodisney; el constructor automovilístico Nissan Europa; y la compañía aérea Air France.
Afirma que Eurodisney establece fichas de caracter étnico-racial para seleccionar a sus futuros empleados y explica que empleados de la empresa Adecco (servicio de restauración en Eurodisney) afirmaron que los trabajadores del parque de atracciones eran clasificados por origen: «Africa fuera del Magreb», «Africa Magreb», «Antillas» o «Europa (oeste)».
«Para Disney, lo esencial de la clientela es europea y por lo tanto la mayoría de los empleados deben ser europeos», dice SOS Racismo a cuyo pedido, un ujier de justicia fue el miércoles a Eurodisney (este de París), para incautar eventuales fichas.
SOS Racismo denunció también al constructor de autos japonés Nissan, al que está asociado Renault, pues en su sitio internet pide a los candidatos a un puesto de trabajo información sobre su país de origen («African, Asian, Carribean, European, Latin…»), según el diario Le Parisien.
Sobre Air France, precisa que en 2008 el sindicato CFDT acusó a la compañía de practicar una «tipología racial» de azafatas y sobrecargos para «vuelos especiales y eventos excepcionales».
En Francia, el registro étnico-racial es ilegal desde 1987 y es susceptible de condena a cinco años de cárcel y a 1,5 millones de euros de multa para las empresas.
La denuncia de SOS Racismo interviene días después de que el gobierno francés de Nicolas Sarkozy abriera un «gran debate sobre la identidad nacional» con el objetivo de «valorar el aporte de la inmigración a la identidad nacional y proponer acciones que mejoren la integración».
Los interesados en participar en el debate, que la ultraderecha reivindica como suyo y rechazado por la izquierda que lo calificó de «electoralista» cuando faltan seis meses para unas disputadas elecciones regionales, pueden hacerlo también en una página web del ministerio de Inmigración que arranca con la pregunta «Â¿Qué es ser francés?.
El miércoles, la máxima responsable del Partido Socialista francés, Martine Aubry, consideró que «es un debate malsano» y «peligroso pues quiere oponer la identidad nacional a la inmigración».
«La identidad de Francia no es étnica, ni religiosa, ni cultural (…) es la pertenencia a valores comunes», sostuvo la primera secretaria del PS.
En Francia, donde tener un apellido de origen magrebí «reduce las posibilidades» de obtener una primera entrevista de trabajo, el gobierno puso en marcha esta semana la prueba de los curriculum vitae (CV) anónimos en unas 50 empresas voluntarias.
SOS Racismo calificó de esa medida de «puesta en escena» y criticó la «falta de voluntad política» del gobierno para aplicar una ley en ese sentido que fue votada hace tres años.
«Francia está muy atrasada en materia de discriminación», sostuvo.