Los precios del alimento básico de los mexicanos, la tortilla (oblea) de maíz, que crecieron entre 40 y más de 100% al iniciar 2007, serán revisados por el gabinete del presidente del país, el conservador Felipe Calderón, anunció ayer el mandatario.
El aumento en los precios del maíz, debido a la creciente demanda mundial del grano para producir etanol combustible, ocasionaron en México una escalada de precios que incluye productos como la tradicional tortilla, el pollo, el huevo y la carne de cerdo.
«Quiero decirles que independientemente de que esos no sean productos cuyo precio lo determine el gobierno, no va a ser excusa para nosotros, sino que vamos a actuar, precisamente, para cuidar el patrimonio de las familias y evitar que un brusco incremento de los precios afecte precisamente a quienes menos tienen», dijo Calderón en una gira por el estado de Veracruz (este).
El mandatario dio instrucciones a su gabinete «para que se apliquen todas las medidas que sean necesarias para evitar» los bruscos incrementos de precios en productos básicos.
Calderón instruyó además a la secretaría de Desarrollo Social para que distribuidoras gubernamentales «multipliquen su esfuerzo y mantengan el precio del maíz y de la harina de maíz para hacer tortilla al precio más bajo», apuntó.
«Que lo vendan al costo a la gente, máximo 3,50 (pesos, 0,31 centavos de dólar) como lo están vendiendo ahora para que pueda romperse cualquier intento de especulación», explicó el presidente mexicano.
De igual forma, la secretaría de Agricultura revisará «el que se aumenten los cupos de importación de maíz» para que pueda «traerse el maíz más barato que encuentren en cualquier parte del mundo», concluyó Calderón.
La cotización del maíz en el mercado internacional ha sufrido en el último año alzas de 65%, que se trasladaron a los precios pagados en México por ese alimento, base de la nutrición de sus habitantes desde las épocas prehispánicas.