Después de muchos años de separación, Mark Collins y Sammy Brumels volvían a darse el abrazo de buenos amigos que siempre se habían dado; sin embargo, ahora las circunstancias eran muy diferentes.
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Mark había entrado a la última etapa de la mortal enfermedad que padecía; de hecho, ya sólo le quedaban unos minutos de vida cuando Sammy entró a la habitación en la que se encontraba agonizando.
Con una sonrisa que parecía la entrada al Cielo, el moribundo le dijo a su visitante:
– ¡Gracias, Sammy! ¡Estaba seguro de que vendrías! Ahora ya puedo morir tranquilo.
Y falleció en los brazos de su amigo, el cual había tenido que viajar durante una semana y recorrer más de 15 mil kilómetros, porque su gran amistad así lo exigía.
«AMISTAD» ES SINí“NIMO DE «SACRIFICIO» Y í‰STE, DE «FELICIDAD»