EL MEJOR MONUMENTO


El anciano Charles Scott se habí­a jubilado dos años atrás, pero eso no significó que bajara el ritmo de su actividad.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Desde que amanecí­a hasta muy entrada la noche, se le veí­a ir y venir regalando su ayuda.

De esa forma, cortaba leña para una mujer enferma, cuidaba algún niño mientras la mamá iba de compras, o les contaba bellas historias a los chicos de la vecindad. Era un gran amigo de todos.

Pero cierta mañana, resbaló al salir de su casa y se fracturó la cadera; debido a lo avanzado de su edad se le complicó y falleció poco después.

Pero sus vecinos aún lo sienten en el barrio, porque aunque no hay ningún monumento a su memoria, Charles dejó hermosos recuerdos de la amistad verdadera.

SEMBREMOS CARIí‘O Y COSECHAREMOS AMISTAD.