«Fugaz visita… y también muy feliz»


El 14 del presente mes informan los medios de comunicación social matutinos, en su portada, y uno de ellos bajo el tí­tulo «Fugaz visita», la presencia que durante diez horas tuviera en nuestro paí­s ílvaro Uribe, presidente de Colombia.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

En fugaz estadí­a se reunió en el Palacio Nacional con el presidente ílvaro Colom y abordó un sin número de aspectos; por supuesto el más importante para él fue el intercambiar los respectivos protocolos del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Guatemala.

 

Es de señalar que Colombia logró un rotundo éxito y Guatemala un gran fracaso lo cual evidencia la falta de eficiencia del Ministerio de Economí­a, de la Comisión de Economí­a del Congreso y por consiguiente de los organismos Ejecutivo y Legislativo.

 

Con este Tratado Guatemala perderá no sólo la oportunidad de que no decrezcan las plazas de trabajo, sino además dejará de percibir impuestos de importación sobre más de US $185.00 millones al año, lo que se traduce en una pérdida de US $18.5 millones de impuestos, aproximadamente, cada año. Siendo que las exportaciones de Guatemala a Colombia han sido como máximo de US $36.00 millones al año, los exportadores se ahorrarán el pago de US $3.6 millones de impuestos a Colombia por lo que el diferencial negativo de impuestos será aproximadamente de US $15.00 millones en nuestra contra.

 

No faltará que alguien, por ejemplo el diputado Mariano Rayo, nos diga que ese diferencial de impuestos se verá compensado con las inversiones que Colombia hará en Guatemala. Al respecto vale la pena señalarle a él y demás funcionarios, como se puede comprobar en los registros del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de la República de Colombia, que el flujo de inversión a Guatemala, del año 2000 al 2007 -todo sumado- asciende a US $9.8 millones, por lo que si comparamos los impuestos de importación que ahora dejará de percibir Guatemala, estimados en US $18.5 millones, en un sólo año, lo que se dejará de percibir es el doble de lo que los colombianos invirtieron en Guatemala en ocho años.

 

En el corto futuro, quienes se tomen la molestia comprobarán que nuevamente nuestros teóricos del sector público se equivocaron, que las exportaciones de Guatemala a Colombia continuarán siendo sumamente escasas; por el contrario, la exportaciones de Colombia continuarán aumentando con mayor razón ahora sin impuestos, a un ritmo mucho más acelerado. Comprobarán que el argumento que los colombianos invertirán en Guatemala no se verá materializado en mayor grado. En todo caso, el arroz ya se coció.

 

El presidente Uribe disertó, durante más de una hora, en la Asociación de Gerentes de Guatemala, que cumplí­a 50 años de existencia. Allí­, manifestó un reconocimiento a los programas de inversión social, aspecto que Colombia también está realizando. De todo lo que él expuso, lo más interesante puede ser el señalamiento que hiciera que en Colombia la seguridad social se ha obtenido en buena parte «porque los sectores pudientes del paí­s han pagado un impuesto al patrimonio para sostener la seguridad» y al referirse a la seguridad señaló «que lo único que la ha hecho posible es el avance en cobertura social».

 

En esta fugaz visita también el Presidente de Colombia fue declarado por la alcaldí­a de la capital como Huésped de Honor. Colorin, colorado, el cuento se ha acabado.