Piratas piden 4 millones USD y liberación de detenidos


Imagen del arribo de dos arrestados somalí­es, acusados de piraterí­a en alta mar. FOTO LA HORA: AFP MINISTERIO ESPAí‘OL DE DEFENSA

Los piratas somalí­es que el 2 de octubre secuestraron al atunero español «Alakrana» y a sus 36 tripulantes en el Océano Indico exigieron hoy un rescate de cuatro millones de dólares y la liberación de los dos detenidos por la Marina española.


«Exigimos el pago de 4 millones de dólares por pesca ilegal en las aguas somalí­es», declaró por teléfono uno de los piratas, que se identificó como Abdi Yare, a bordo del barco.

«También pedimos como condición previa la liberación de dos de los nuestros actualmente presos de los españoles», agregó.

«Si no se satisfacen estas condiciones, no habrá ningún acuerdo», subrayó la fuente, que afirmó hablar en nombre del grupo que retiene al pesquero.

El atunero gigante «Alakrana», secuestrado entre Somalia y las islas Seychelles, fue trasladado con sus 36 tripulantes a las cercaní­as del puerto de Harardhere.

Dos fragatas de la operación europea antipiraterí­a Atalante lo vigilan desde cierta distancia.

Dos somalí­es, de 19 y 31 años respectivamente, sospechosos de haber participado en el abordaje del «Alakrana», fueron detenidos por la Marina española cuando abandonaban el atunero a bordo de la embarcación que habí­a participado en el ataque.

El juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional, principal instancia judicial española, ordenó la semana pasada que fueran trasladados a territorio español y decretó para ellos «prisión incondicional y comunicada».

El juez acusa a los dos piratas somalí­es de los delitos de «asociación ilí­cita», que podrí­a ser terrorista, de «robo con violencia» y de «36 delitos de detención ilegal», uno por cada tripulante del barco retenido.

«La cantidad de pescado que (los pescadores) robaron en las aguas somalí­es representa mucho más que la suma que pedimos», afirmó el pirata Abdi Yare.

«Deben pagar esa suma sin condiciones» si quieren obtener la liberación del barco y de sus tripulantes, agregó.

Los piratas justifican a menudo sus acciones alegando que la pesca de los atuneros en esas aguas es ilegal.

Las autoridades somalí­es y las organizaciones ecologistas locales formulan la misma acusación, que los pescadores rechazan terminantemente.

El «Alakrana» fue abordado a más de 300 millas náuticas (550 km) de las costas somalí­es -la zona económica exclusiva de Somalia es de 360 km-, según el armador del pesquero, Echebastar Fleet, con sede en el Paí­s Vasco.

De los 36 tripulantes secuestrados, 16 son españoles, 4 ghaneses, 8 indonesios, 2 marfileños, 2 malgaches, 3 senegaleses y uno seychellense, según el armador.

El secuestro del atunero español ha supuesto la reanudación de los actos de piraterí­a frente a las costas de Somalia por parte de bandas armadas, que aprovechan el fin de la época de monzones y la vuelta de los barcos a un mar más tranquilo.

Este ataque reanuda la polémica en España sobre la seguridad de los atuneros que trabajan en la zona y reclaman la presencia de militares a bordo, como hacen desde julio los militares franceses para proteger a los pesqueros de su paí­s.

En abril de 2008, un atunero español habí­a sido secuestrado por piratas durante seis dí­as. Madrid nunca ha querido confirmar informaciones de que habrí­a pagado un rescate de 1,2 millones de dólares por su liberación.

Los piratas somalí­es tienen actualmente secuestrados a cuatro barcos extranjeros y a 111 marinos, según la ONG Ecoterra International.