Fósil muestra evolución del oí­do


Paleontólogos estadounidenses y chinos descubrieron en China el fósil extremadamente bien preservado de una especie de mamí­fero desconocida hasta ahora, que podrí­a explicar cómo evolucionó el oí­do humano.


El nuevo mamí­fero, bautizado Maotherium asiaticus, medí­a 15 centí­metros de largo, pesaba entre 70 y 80 gramos y vivió en la época de los dinosaurios hace 123 millones de años. Se emparenta sobre todo con los marsupiales contemporáneos.

Fue encontrado en la provincia china Liaoning, cerca de la frontera con Corea del Norte.

«Lo más sorprendente y por eso cientí­ficamente interesante es la oreja de este animal», indicó Zhe-Xi Luo, conservador del departamento de paleontologí­a de los vertebrados y director de investigación del Museo de Historia natural Carnegie en Pittsburgh (Pensilvania, este), uno de los coautores del hallazgo, publicado en la revista estadounidense Science del 9 de octubre.

«Los mamí­feros tienen un oí­do muy sensible, claramente más sensible que el de todos los otros vertebrados, lo que ha sido fundamental en su manera de vivir» y para sobrevivir, explicó.

«Y la evolución de la oreja de los mamí­feros es por eso importante para comprender los orí­genes de sus principales adaptaciones», añadió el investigador.

Gracias a la estructura particular del oí­do medio, los mamí­feros, incluidos los humanos, pueden discernir entre una gama de sonidos más extendida que los otros vertebrados.

Esta sensibilidad del oí­do fue una adaptación crucial que permitió a los mamí­feros ser activos en la oscuridad y sobrevivir a la era de los dinosaurios, según los autores del estudio.

Esta adaptación auditiva fue posible por los tres pequeños huesecillos en el interior del oí­do medio, el martillo (malleus), el yunque (incus) y el estribo (stapes), así­ como el anillo óseo sobre el cual está el tí­mpano.

Los huesos evolucionaron a lo largo del tiempo a partir de la mandí­bula de sus ancestros reptiles. Los paleontólogos intentan desde hace tiempo comprender el camino de la evolución por el cual estos huesos se separaron de la mandí­bula para emigrar al oí­do medio de los mamí­feros modernos.

De esta forma podrí­an tener información sobre la transformación de estructuras biológicas complejas mediante la evolución.

Según estos investigadores, el nuevo mamí­fero descubierto en este campo rico en fósiles de la provincia china de Liaoning (noreste), tení­a los huesos del oí­do medio en parte similares a los de los mamí­feros modernos, a excepción de una unión cartilaginosa con la mandí­bula inferior.

Este cartí­lago, denominado de Meckel, no existe actualmente en los mamí­feros adultos.

Esta podrí­a ser una nueva caracterí­stica de la evolución o resultar de la adaptación provocada por cambios en el desarrollo del animal, reflejando una mutación de los genes, observan estos paleontólogos.