Con un aproximado de seis mil muertos al año y un reporte de por lo menos 15 hechos delictivos al dí­a, en Guatemala la violencia se ha convertido en el pan diario de los ciudadanos, llegando al lí­mite de convertirse en fenómeno común y que ya no asombra a nadie.

Para Heidy Rojas, integrante de la Liga Nacional de la Higiene Mental, «la violencia es una problemática compleja que se debe detener, para que nuestra sociedad no siga deshumanizándose», además agregó que este proceso de deshumanización ha ido «de poco en poco» y que también se debe a que históricamente «somos una sociedad que ha vivido atada a la violencia».

Según la entrevistada, la violencia es algo que se debe a una serie de factores, entre estos la cultura de violencia en la que crecen los niños y la poca importancia que se le da a los valores éticos tanto en las familias como en las escuelas y colegios.

¿DESHUMANIZACIí“N?

«Es perder todos los valores éticos y sociales, es interesarse sólo por uno mismo y no importando lo que suceda en nuestro alrededor, es ser indiferentes ante las cosas que le sucedan a los demás y es principalmente acostumbrarse a vivir con violencia», afirmó Rojas.

Agregó que en Guatemala este proceso de deshumanización en la población se ha venido aumentando en los últimos años derivado de la ola de violencia que ha afectado a la población. «Toda la cultura de violencia que es inculcada desde nuestros hogares ha causado que hayan generaciones poco humanas e insensibles», aseveró.

También comentó que la actitud de la mayorí­a de guatemaltecos ante un hecho de violencia o algún asesinato es totalmente pasiva sin darle mayor importancia a una vida humana perdida, «es un polí­tico más», «era marero», son algunas de las expresiones que se pueden escuchar cuando ocurre algún hecho delictivo.

Según datos de la Policí­a Nacional Civil hasta el 30 de septiembre del presente año han fallecido 4,878 personas en distintos tipos de sucesos.

EL TRABAJO POLICIAL Y DEL EJí‰RCITO

Mucho tiene que ver en la percepción de la violencia el trabajo que realiza la Policí­a Nacional Civil, según Donald González, vocero de esa institución. Los planes de acción que se están ejecutando en prevención de la violencia han ayudado a disminuir los í­ndices de muertes y otros actos delictivos, asegura González.

Uno de estos planes es la preparación de más elementos, situación que se visualizó recientemente con la graduación de mil 109 nuevos policí­as, que desde el viernes último iniciaron con patrullajes en zonas rojas de la capital.

La institución también utiliza información hemerográfica para detectar los puntos más peligrosos y donde se requiere mayor presencia policial. Esto, aunado a las denuncias que se hacen a través del teléfono 110 ayuda a la pronta acción de los elementos policiales, asegura el comunicador.

La presencia de destacamentos militares es otro punto del que se tiene que hablar. A decir de Abraham Valenzuela, ministro de la Defensa, el ejército recibe constantes solicitudes de alcaldes y organizaciones sociales para colocar estos destacamentos.

Sin embargo, esto muchas veces no es factible, pues depende mucho del presupuesto y cantidad de elementos con que el ejército cuenta, además de que se requiere espacio para ubicarlos con las comodidades mí­nimas; a decir del ministro sí­ existe voluntad de parte de los elementos, pero también hay mucha limitación.

El ejército recibe un aproximado de 150 solicitudes de todo el paí­s y 25 en la ciudad capital, especialmente en las zonas 18, 6, 7 y Mixco; hasta el momento sólo este último cuenta ya con la presencia del ejército.

SOLUCIONES

El fenómeno de la violencia es sumamente extenso, y entre esto resalta que las estadí­sticas que presentan sectores civiles no coinciden con las que maneja la Policí­a Nacional Civil.

Según Heidy Rojas para ponerle un alto a la problemática de violencia se debe comenzar trabajando en los niños que serán las nuevas generaciones de adultos, se tiene que abordar el tema de manera responsable y sanamente, trabajar en la concientización en los hogares, colegios, trabajos, etc.

Regular el uso de juguetes bélicos en los niños, enseñar valores y enseñar maneras correctas para resolver conflictos, «sólo así­ se podrá romper esta cultura de violencia en la que vivimos y crear una cultura de paz», finalizó la entrevistada.