Se organizan contra Tony Blair


Tony Blair (I), ex primer ministro británico, conversa con Arnold Schwarzenegger, gobernador californiano. FOTO LA HORA: AFP MARK RALSTON

La resistencia a Tony Blair, favorito en la carrera a la futura Presidencia de la UE, empieza a organizarse en Europa a iniciativa de los tres paí­ses del Benelux (Holanda, Bélgica y Luxemburgo), poco entusiasmados con la idea de heredar un ex primer ministro de un paí­s en el fondo euroescéptico.


Un afiche alusivo a la reunión anual de los conservadores británicos, con el rostro de Gordon Brown. FOTO LA HORA: AFP ANDREW YATES

Los tres paí­ses presentaron, esta semana, una nota conjunta con el perfil que según ellos deberí­a tener el futuro presidente estable del Consejo europeo, principal innovación del Tratado de Lisboa que el pueblo irlandés acaba de ratificar en referéndum.

Según esta nota, el presidente deberá haber «demostrado su compromiso europeo y (haber) desarrollado una visión sobre el conjunto de las polí­ticas de la Unión».

«No es un veto categórico a Blair, sino una manera educada de decir que no es el mejor situado» para el puesto, opina un diplomático.

Tony Blair, apoyado por su gobierno y hasta ahora por Francia, está considerado como el gran favorito en la carrera para este puesto cuyo objetivo es encarnar a Europa.

Pero Blair tiene el handicap de la ambigí¼edad de su paí­s con la construcción europea: con un pie dentro y el otro fuera, el Reino Unido no pertenece ni a la zona euro, ni a la zona Schengen sin pasaporte.

Esta resistencia de los paí­ses del Benelux no es inocente. Bélgica no ha podido digerir todaví­a el fracaso de la candidatura de su ex jefe de gobierno, Guy Verhofstad, a la presidencia de la Comisión Europea en 2004, que recibió el rechazo en el último instante de Londres, que lo juzgaba demasiado federalista europeo, en beneficio del portugués José Manuel Durao Barroso.

Igualmente, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, no ha abandonado la esperanza de acceder al puesto europeo supremo, aunque sus posibilidades sean juzgadas mí­nimas.

Juncker rechazó el lunes la candidatura de Blair en una entrevista en el diario alemán Financial Times Deutschland y advirtió que el escogido deberá tener antecedentes europeos «tales que no sorprenda a nadie que se convierta en la primera voz de Europa».

Eso refuerza las opciones del que hoy es considerado principal rival de Tony Blair, el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, que según algunos diplomáticos tiene los favores de Alemania.

El jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, reconoció también el martes que Blair sufre de euroescepticismo británico. «Apreciamos a la persona, pero somos conscientes de estos lí­mites, no lo negamos», dijo al periódico Corriere della Sera.

Además, el laborista Blair no cuenta con el apoyo del partido conservador británico, bien situado para volver al poder en la primavera del 2010.

Y por si fuera poco, Blair tampoco está muy apoyado por su propia familia británica, los laboristas, que lo ven demasiado liberal y le reprochan su apoyo a la guerra de Irak.

«Nuestro objetivo es obtener el puesto de Alto representante de la UE para la polí­tica extranjera», que verá sus competencias reforzadas, y no la presidencia de la UE, indicó el martes a la AFP el jefe de los socialistas en el Parlamento Europeo, el alemán Martin Schulz.

Los dirigentes europeos deberán decidir el nombramiento de estos dos puestos de aquí­ a finales de año. En principio, basta una mayorí­a cualificada de paí­ses, pero la tradición dice que este tipo de decisiones se toma por consenso, lo cual promete duros regateos.

JUBILACIí“N Reforma drástica


Los conservadores británicos, favoritos para las próximas elecciones generales, presentaron hoy su proyecto para aumentar la edad de jubilación de los hombres a 66 años a partir de 2016, en lugar de 2026, entre las medidas para reducir el déficit público.

«Nuestro objetivo será avanzar la fecha en la que aumentará la edad de la jubilación», declaró George Osborne, el portavoz de los «Tories» en un discurso pronunciado en el segundo dí­a del Congreso anual de su partido en Manchester (noroeste de Inglaterra).

Según este plan, a partir de 2016 los hombres sólo podrán cobrar una pensión a partir de los 66 años, contra 65 actualmente. El gobierno laborista no pensaba aplicar esta medida hasta diez años más tarde.

Las mujeres, que actualmente pueden cobrar pensiones a partir de los 60 años, serán progresivamente alineadas con los hombres, y su edad de jubilación será retrasada a 66 años hacia 2020.

Estas medidas supondrán para un eventual futuro gobierno conservador un ahorro de 13.000 millones de libras (unos 20.700 millones de dólares y 14.000 millones de euros).

«Las personas que están ya jubiladas o que se acercan de la edad de la jubilación no estarán afectadas. Pero de esta manera podremos aumentar la tasa básica de la pensión del Estado para todos», subrayó Osborne.

Los conservadores advirtieron que no se podrí­an evitar medidas de austeridad si llegaban al gobierno, en momentos en que Gran Bretaña tarda en salir de la recesión y está debilitada por un déficit previsto de 175 millones de libras (279 millones de dólares, 190 millones de euros, 12,4% del PIB) este año.