¿México y siete más?


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Javier Hernández llegó a la Copa Oro tras una rutilante primera temporada en el fútbol europeo: 20 goles en todas las competencias con el Manchester United.

En apenas dos de los tres partidos de la fase de grupos del campeonato de selecciones de la CONCACAF, el delantero mexicano facturó cinco tantos.

Por ERIC Níší‘EZ
NUEVA YORK / Agencia AP

Así­ de fácil, el «Chicharito» ha superado el promedio de goles de los máximos anotadores de las últimas ediciones del torneo.

Si se lo propone con la punterí­a fina, y como se plantean las cosas en cuanto al grado de dificultad que ha encarado México, Hernández puede eclipsar el récord que su compatriota Luis Alberto Alves «Zague» fijó en 1993 con 11 conquistas.

De calidad mediocre y numerosos partidos desiguales, la Copa de Oro entra a sus cuartos de final con mí­nimo suspenso.

Eso sí­, los organizadores están contentos por estadios llenos en casi todas las jornadas.

Pese a tener un equipo disminuido tras apartar a cinco de sus jugadores que dieron positivo por la sustancia clembuterol en un control realizado previo al torneo, México goza de una inmensa condición de favorito para revalidar su tí­tulo.

«Jugamos casi perfecto … la forma de acomodarnos en la cancha, de jugar, es casi perfecta», se vanaglorió el atacante Giovani Dos Santos, autor de dos de los goles del Tri mexicano.

Estados Unidos, el oponente con el cual en tiempos recientes México ha librado una picante rivalidad, fue todo un desastre en la primera ronda.

¿Qué hace Estados Unidos ganándole 1-0 a Guadalupe, un equipo infinitamente inferior a su nivel? Pues ése fue el magro margen con el que los anfitriones lograron vencer a los caribeños para sortear como segundos su grupo.

Fue una primera ronda que en lí­neas generales dejó mucho que desear, con ocho partidos que terminaron con goleadas de cuatro o más tantos.

Para México, el trámite fue un paseo total. Zarandeó 5-0 tanto a El Salvador como Cuba. A Costa Rica, en teorí­a una selección con credenciales más competitivas, le endosó un 4-1.

En lo que parece una coreografí­a bien montada para llegar a la final que se disputará el 25 de junio en Pasadena, México enfrentará el sábado a Guatemala. Se dice que los rankings de la FIFA no sirven de mucha referencia, pero los chapines no aparecen siquiera entre los 100 primeros y eso es por algo.

La cita será en el estadio Meadowlands de Nueva Jersey, donde a primera hora del sábado jugarán Honduras y Costa Rica.

Al dí­a siguiente, en el Robert F. Kennedy de Washington, Estados Unidos se medirá con Jamaica y Panamá lo hará con El Salvador.

Jamaica y Panamá sorprendieron al ganar sus grupos a costa de Honduras y Estados Unidos, respectivamente.

Unico conjunto del Caribe que sigue con vida, Jamaica avanzó con el ideal de nueve puntos, venciendo a Honduras —seleccionado mundialista hace un año— y Guatemala.

Panamá se dio el gusto de ganarle 2-1 a Estados Unidos, que por primera vez en 11 ediciones del torneo no logró quedar al frente de su llave de su primera ronda.

Quizás el Honduras-Costa Rica se perfila como un partido entretenido al enfrentar a dos selecciones centroamericanas que cada vez que se enfrentan se sacan chispas.

También enfrentará a dos entrenadores que no han arrancados con buen pie, el argentino Ricardo La Volpe en Costa Rica y el colombiano Luis Fernando Suárez en Honduras.

Después de la derrota ante México en el cierre de la primera ronda, La Volpe hizo tal vez el mejor análisis introspectivo sobre las deficiencias de los suyos.

«Para mí­ tiene que haber mayor inteligencia del equipo ante un rival como México … fuimos demasiado inocentes, no apretamos arriba, les regalamos los espacios, pudimos trabajar mejor en zona», afirmó el ex entrenador de la selección mexicana.

Bob Bradley, su colega en Estados Unidos, también ofreció un diagnóstico franco sobre una primera ronda muy deslucida de parte del local, deficiente en la contención en el medio, falta de equilibrio en los laterales y delanteros que no convencen.

«No estamos conformes con lo que hemos hecho, no quedamos satisfechos tras lo ocurrido con Panamá, pero hay cosas que sirven para unir al equipo», dijo Bradley.