Tifón provoca desolación


El tifón Ketsana provocó la muerte de al menos 55 personas en Vietnam y de otras 11 en Camboya, después de haber pasado por Filipinas, uno de los paí­ses más afectados, donde dejó 246 ví­ctimas fatales.


Según los informes disponibles sobre el conjunto de la región, Ketsana provocó por el momento 312 muertos.

Filipinas es de lejos el paí­s más afectado, con 246 ví­ctimas fatales.

Ketsana cobró fuerza después de pasar por Filipinas, variando de tempestad tropical a tifón al dirigirse hacia la región central de Vietnam.

En este paí­s, donde hay también 11 personas desaparecidas como consecuencia del fenómeno, las autoridades temen que se produzcan inundaciones como no se han visto en 40 años.

Desde ayer, la ciudad de Hoi An, patrimonio mundial de la UNESCO, se encontraba sumergida y sólo podí­a llegarse en barco hasta su centro histórico.

«Multiplicamos los esfuerzos para ayudar a la gente que vive en los lugares y distritos que aún están inundados», declaró Phan Nhu Nghia, presidente de la Cruz Roja de Danang, cuarta ciudad del paí­s.

«No sabemos cuanta gente necesita nuestra ayuda», prosiguió. «Nuestra prioridad hoy es seguir evacuando a las personas en peligro y abastecer con agua potable y alimentos a aquellas que viven en las zonas más afectadas».

Vietnam habí­a anunciado haber evacuado a unas 170.000 personas al aproximarse el tifón Ketsana. Pero según la televisión pública VTV, habí­a aún habitantes que permanecí­an aislados en regiones montañosas, hasta donde el ejército habí­a enviado helicópteros para poder abastecerlos.

Ketsana llegó a las costas vietnamitas el martes en la tarde, al sur de Danang, antes de perder de nuevo potencia durante la noche, para transformarse en depresión tropical, según un responsable del comité de control de las inundaciones y tempestades en Hanoi.

En la vecina Camboya, al menos nueve personas murieron en el centro del paí­s y otras dos en el noreste. Según las autoridades, miles de habitantes fueron evacuados y la distribución de tiendas y alimentos comenzó en al menos cinco de las 24 provincias del paí­s.

Un poco más al norte, en Laos, algunos poblados de la provincia de Savannakhet estaban inundados y brigadas de trabajadores humanitarios trataban de llegar hasta ellos, indicó la ONG World Vision.

En Filipinas, las autoridades, que estaban completamente desbordadas por la amplitud de la situación, habí­an lanzado un llamado a la comunidad internacional a comienzos de esta semana.

Estados Unidos anunció la participación de su ejército en las tareas de socorro en Filipinas.

La Unión europea, que se declaró también dispuesta a ayudar a Vietnam y Laos, anunció un aporte de 2 millones de euros. Agencias de las Naciones Unidas, Japón, Singapur y Australia también participan en la ayuda.

Filipinas estima en dos millones el número de damnificados, sobre una población de 92 millones de habitantes.

El martes, el más alto responsable del clima en la ONU, Yvo de Boer, recordó en Bangkok que la lucha contra el cambio climático era vital para la región Asia-Pací­fico.

La tempestad tropical es «el último ejemplo más trágico» del cambio climático, destacó.