Durante los años que tuve la oportunidad de vivir y adentrarme, sin querer queriendo, dentro de la compleja y fascinante realidad del Medio Oriente, uno de los factores que aprendí y que me pareció clave para la elaboración a posteriores análisis es no tener por asegurado nada, nada está escrito, todo puede suceder.
El factor sorpresa no existe en la construcción de escenarios políticos, primordialmente en Oriente Medio. Dada la complejidad de la obra: actores, guión y público asistente, entre otros, cuando se analice esta parte geográfica del mundo el factor sorpresa ya debe ser parte de la prospectiva: cualquier cosa puede pasar en el momento menos pensado.
En contribución anterior, escribí y defendí en esta columna el programa de enriquecimiento de uranio por parte de Irán con fines pacíficos, indudablemente convencido de que la OIEA sería capaz de asumir una posición de tutelaje y de intermediación para impulsar un programa de desarrollo civil con fines progresistas, mi idea no ha cambiado pero sí ha variado la óptica del análisis dados los últimos acontecimientos.
La semana anterior, hemos sido testigos de dos complejas situaciones en Irán, la primera, el lanzamiento de misiles de mediano alcance, tome en cuenta el factor tiempo – espacio, es decir la capacidad de armar misiles rápidamente y de alcanzar puntos estratégicos, y el «descubrimiento» de la planta de enriquecimiento de uranio Qom, planta no declarada y camuflada a la comunidad científica.
Y aquí las consideraciones para su propio análisis: a) la función de Israel en lo que parece una nueva escalada de tensión en el área y que por cierto, nos hace recordar la planta nuclear de Osirak en 1981; b) el rol de la OIEA y de su Director, el egipcio Mohamed Al Baradei, quien por cierto pronto deja el cargo y que para algunos es medianamente responsable al no alertar a la comunidad internacional sobre la posibilidad de plantas camufladas, ¿era ese su rol?; c) ¿qué piensa usted? ¿Los servicios secretos israelíes conocían sobre Qom?; d) ¿qué opciones quedan, cuando por un lado se niega el holocausto y se plantea un deseo público por «borrar del mapa» al otro?
Lo invito a que analice las posiciones de Estados Unidos, Francia e Inglaterra en torno a esta nueva problemática, por otro lado la posición de Rusia y China, así como la posición del mundo islámico. El día de mañana se llevará a cabo una importante reunión para tratar el tema.
Analice la situación interna de Mahmud Ahmadineyad y del régimen de los ayatolás recientemente debilitado luego del proceso interno de elecciones.
Finalmente tenga en consideración la posición interna en Israel en el Gobierno de unidad, el pulso entre moderados y los no tan moderados. Por cierto, en algún momento realicé un análisis de la evolución del sistema de partidos políticos de Israel y los ciclos de las recomposiciones de las alianzas internas entre el liberalismo y conservadurismo, interesante es el resultado que arroja en torno a las posiciones que se asumen en cuestiones básicas como defensa y política exterior, para quien desee puedo compartir algunas notas.