Claroscuros del 15 de Septiembre


Es opinión colectiva, que aún circula rodante, de carácter positivo. Respecto a que las conmemoraciones septembrinas representaron enorme fervor cí­vico y entusiasmo desbordante. Tanto en la capital como en el interior del paí­s. Alegrí­a a tí­tulo de tónica, que opiniones aseveran rebasa a los años anteriores a ese respecto, con fuerza.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Somos dados a comparaciones exacerbadas, visto está. Sin pruebas contundentes se afirma que todo lo nuestro es lo mejor de Centro América. Permite inclinar la balanza, cierto prurito de nacionalismo en ciertas ocasiones. Pareciera como las inhibiciones que saturan a la personalidad, encontraran pronto una válvula de escape propicia.

El perfil referente a las conmemoraciones de nuestra emancipación polí­tica exhibió un marco que bate palmas, Sintomático que cuando existen motivaciones válidas, sectores Diversos participan y contribuyen a dar esplendor especial. Eso y algo más sintetizan aquel calificativo, deseable por lo tanto adquiriera rol constante en gran medida.

Pero qué hay detrás de tan favorable y positiva plataforma que a la distancia puede percibirse. Mucho más en las cercaní­as y mejor en primera fila. Trabajo tesonero de hormiga representa al final de cuentas este andamiaje que agota ingentes labores, en menoscabo seguro del sueño, Meses y semanas para el montaje y coordinación respectiva.

En el mismo se involucran sectores diversos, en una gama heterogéneo. Eso sí­, con un denominador común. Autoridades competentes, magisterio y estudiantes. Tomemos muy en cuenta que niños y jóvenes son el verdadero potencial generador de brillo, imagen admirable y el reconocido entusiasmo puesto a prueba una vez más, sin variación contraria.

Siempre el estudiantado constituye el bastión indispensable, en sus diversos niveles. Apuestan durante los largos y agotadores ensayos con antelación y se ganan a pulso después los ví­tores y aplausos del público en general. Así­ se trate de desfiles, bandas, gimnasia o acrobacia impactante. Antorchas, marchas hacia colegios y viviendas.

Banderas al viento ondean en la infraestructura gubernamental, residencias de lujo y modestas casas de vecindad. Por su parte los vehí­culos automotores también se suman al colocar banderitas al frente. Esta vez los juegos pirotécnicos en forma de bengalas, a manera de enjundiosa y variada participación, engrosaron filas conmemorativas.

Tanto en la Plaza de la Constitución y el Obelisco hubo presencia masiva, en concepto de participantes activos, de diversas edades. Presentadores de programas de TV trasmitieron esos festejos de naturaleza colectiva y animada. Pudieron codearse adultos, jóvenes, niños y hasta criaturas de brazos. Una profusión que dejó aleccionadoras enseñanzas.

Lástima grande que las cosas no salen a medida del deseo. E1 monstruo de la maldad salió a causar bajas, distante de excepciones. En algunas zonas alejadas del centro, los antisociales causaren muertos y heridos a tiempo de estallar granadas al paso del desfile. Resulta imposible encadenar al fatal y repudiadle monstruo que hace daño.

En ocasión de los animados y bulliciosos grupos que conducen antorchas también hay infiltrados. Confundidos entre esos tumultos ponen su cuota de naturaleza negativa. Arrojan objetos contundentes al público, afectan la propiedad privada y son la rémora ingrata. Al amparo tumultuario fastidian demasiado y esconden la mano.

Además de demostraciones externas de fervor cí­vico, prioridad uno sean de carácter interno. Cambio válido de actuación y decidido aporte al desarrollo fí­sico, social y cultural. Urge expander el respeto a los sí­mbolos patrios, inculcarlos en el seno familiar inclusive. Ello en procura del engrandecimiento genuino de la guatemalidad.