Una mujer llamada Mai Lee de Quingdao, China, lució su inquietante modelo de traje de baño en la playa y espantó de muerte a los demás bañistas. Su bañador -si es que podemos llamarlo de ese modo- fue concebido con el fin de evitar los riesgos de contraer cáncer de piel.
Lo cierto es que los demás veraneantes, lejos de comprender su inquietud por los efectos nocivos del sol, corrían por sus vidas. «Parece un fantasma o una de esas momias egipcias, sólo que con la cara roja. Su boca y ojos parecen agujeros en un plato», explicó un bañista. Lee se defendió relatando que «me gusta mucho hacer jogging en la playa pero no deseo que mi piel se queme, así que la cubrí toda».