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«El presidente se dirigirá a la nación en relación a su futuro plan en Irak y a la guerra global contra el terrorismo», dijo el portavoz Tony Snow, que agregó que la Casa Blanca ya requirió el espacio para ello a las principales cadenas de televisión.

«No están en desacuerdo. Ellos anotaron el pedido», dijo el portavoz a la prensa.

Snow rechazó más temprano confirmar los informes de prensa que señalan que la nueva estrategia de lucha en la impopular guerra, en la que más de tres mil soldados estadounidenses han muerto, buscarí­a imponer una serie de «parámetros» polí­ticos, económicos y de seguridad que el gobierno iraquí­ debe cumplir.

El diario New York Times, citando a altos asesores de Bush, dijo que el plan buscará llevar a más iraquí­es de la minorí­a sunita a involucrarse en el proceso polí­tico, finalizando una muy postergada medida sobre la distribución de las rentas del petróleo y aliviar las restricciones para los ex miembros del partido Baath del ex dictaros Saddam Hussein.

Sin mencionar medidas especí­ficas en caso de no lograr las metas, los funcionarios estadounidenses insistieron en imponer a los iraquí­es un cronograma de acción realista, según el diario.

«Este no es un compromiso abierto», dijo un alto funcionario administrativo citado por el matutino. «Estamos estableciendo al gobierno iraquí­ requerimientos reales especí­ficos y expectativa».

Los funcionarios del gobierno esperan hacer públicos los parámetros luego de que Bush revele su estrategia, según el diario.

Medios locales y las autoridades estadounidenses estiman que la nueva estrategia definida por Bush para Irak podrí­a incluir una serie de objetivos asignados al gobierno iraquí­, mil millones de dólares en ayuda económica y, pese a las advertencias de la oposición demócrata, el enví­o de 20 mil soldados más para reforzar las tropas estadounidenses en ese paí­s.