La justicia británica reactivó el lunes su propia investigación sobre la muerte de Lady Di, en agosto de 1997 en París, que permanecía interrumpida desde 2004 a la espera de las conclusiones de la indagación policial, que en diciembre concluyó que la princesa de Gales falleció en un «trágico accidente».
La investigación judicial debe determinar las causas de la muerte de Diana y aportar «respuestas fiables» a cuatro «cuestiones importantes», declaró Elizabeth Butler-Sloss, una juez jubilada de la Alta Corte de Justicia de Gran Bretaña que se encarga del caso.
Estas cuestiones conciernen la identidad de las personas fallecidas, el lugar del deceso, el momento y «cómo fallecieron las demás personas «.
La muerte de la princesa Diana no se debió a un complot, sino que fue un «accidente trágico», concluyó en diciembre la Comisión oficial de investigación británica, tras tres años de indagaciones en los que se estudiaron 20 mil documentos y se interrogaron a unos 400 testigos.
Diana murió junto a su novio, Dodi Al Fayed, de 42 años, y su chófer, cuando el automóvil en el que viajaban se estrelló contra una columna en el túnel Pont d’Alma en París, en la madrugada del 31 de agosto de 1997.
Al igual que una investigación francesa, cuyos resultados fueron publicados en 1999, el informe británico de 850 páginas culpó al chófer del coche, Henri Paul, por conducir borracho y a toda velocidad.
El padre de Dodi, Mohammed Al Fayed, propietario de los lujosos almacenes londinenses Harrod’s, rehusó sin embargo las conclusiones del informe. El empresario aseguró que la investigación judicial es la última oportunidad para cuestionar la versión oficial sobre los hechos.
El millonario de origen egipcio se declaró «seguro al 100%» de que su hijo y Diana fueron asesinados por los servicios secretos británicos por orden de un «miembro importante» de la familia real para impedir su unión.
El lunes, rodeado de fotógrafos a su llegada al palacio de justicia, Al Fayed declaró por medio de su portavoz que espera «transparencia» en esta investigación.
Por su parte, Butler-Sloss indicó el lunes que el jurado estaría compuesto por gente común, juzgando «inapropiado» que sus miembros sean elegidos entre personas que trabajan para la familia real, como permite la ley británica cuando un miembro de la monarquía se ve afectado.
«Deberíamos tener un jurado popular», había reclamado Al Fayed.
La juez también decidió que se lleve a cabo una investigación conjunta sobre Diana y Dodi, estimando que realizar dos pesquisas sería «increíblemente costoso».