El desarme nuclear y la no proliferación serán los temas que dominarán la reunión del Consejo de Seguridad que Obama presidirá el 24 de septiembre.
Washington y sus aliados han amenazado con imponer una cuarta serie de sanciones a Irán si no demuestra su voluntad de entablar negociaciones en torno a su programa nuclear.
Sin embargo, es altamente probable que el mandatario no se reúna con su par de Irán, Mahmud Ahmadinejad, para discutir un programa nuclear que Occidente estima tiene como fin construir armas y Teherán reitera que es solamente con fines energéticos.
Obama hablará ante la Asamblea General por primera vez el 23 de septiembre, pero ya desde el martes 22 sostendrá reuniones con otros líderes, como por ejemplo Hu Jintao de China.
Ambos tratarán de resolver la creciente tensión por diferencias comerciales en vísperas de la cumbre del G20 jueves y viernes en Pittsburgh.
También discutirán la primera gira de Obama por China en noviembre.
Estados Unidos impuso tarifas punitivas de 35% adicional a las importaciones de neumáticos chinos, lo que motivó una protesta de China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Con una economía mundial que depende mucho de una buena relación comercial entre Washington y Pekín, otros líderes mundiales esperarán que Obama y Hu logren un acuerdo.
Se presume que ambos también discutirán la política hacia Corea del Norte, ya que de acuerdo a funcionarios chinos Pyongyang desea reanudar conversaciones sobre su programa nuclear.
La agenda del miércoles prevé un encuentro con el presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, en la que ambos buscarán avanzar en sus relaciones tras el beneplácito de Moscú por la decisión de Washington de dejar sin efecto la instalación de su escudo antimisles en Europa oriental.
Washington optó por enfocarse en lo que entiende es más importante: la defensa contra los misiles de corto y mediano alcance de Irán.
El primer ministro y ex presidente ruso Vladimir Putin saludó la decisión de Obama, pero pidió que sea continuada con el levantamiento de restricciones a las exportaciones de tecnología sensible a su país -una medida que data de la Guerra Fría- y con ayuda para que Rusia ingrese a la OMC.
Obama también se reunirá el miércoles con el nuevo primer ministro de Japón, Yukio Hatoyama.
El Partido Democrático de Japón, al que pertenece Hatoyama, criticó cuando era oposición el apoyo de su país a las «guerras estadounidenses» y se ha comprometido a no renovar una misión naval de reabastecimiento de combustible que apoya las operaciones de Washington en Afganistán, que vence en enero.
Obama también se cuidará en su primera visita a la ONU de no enfurecer a sus opositores republicanos con apretones de mano con figuras antiestadounidenses, en particular tras las críticas que recibió por saludar al presidente venezolano Hugo Chávez en la cumbre de las Américas de abril pasado.