El general Stanley McChrystal escribió en un reporte confidencial: «el fracaso en conquistar la iniciativa y revertir el impulso de los insurgentes a corto plazo (12 meses) -mientras la capacidad militar afgana madura- genera el riesgo de un desenlace que haga imposible derrotar a la insurgencia».
Esta desalentadora opinión cuando van ocho años de conflicto, obtenida por el diario de Washington, fue presentada el 30 de agosto al secretario de Defensa, Robert Gates, y está siendo examinada por la Casa Blanca.
McChrystal, de quien se espera una solicitud formal de ampliar la fuerza de 62.000 hombres, destacó que la campaña de Afganistán se ha caracterizado «históricamente por sus bajos recursos, y así se mantiene hasta hoy».
En ese sentido, escribió que «el inadecuado suministro de recursos llevará al fracaso».
La escasez de recursos «también conduce a un conflicto más prolongado, con mayor número de víctimas y, en última instancia, una crítica pérdida de apoyo político. Y cualquiera de estos peligros, por sí solo, puede conducir al fracaso de la misión».
El documento de 66 páginas -en una versión desclasificada que es publicada en el sitio www.washingtonpost.com- describe el fortalecimiento y la inteligencia de la insurgencia de los talibanes.
McChrystal también señala la corrupción en el gobierno afgano y el fracaso de las fuerzas internacionales en convencer a los afganos.
«La debilidad de las instituciones estatales, los actos impropios de los traficantes de influencia, la corrupción generalizada y el abuso de poder de varios altos funcionarios, y los propios errores (de las fuerzas internacionales) han dado a los afganos pocas razones para apoyar a su gobierno», expresó McChrystal.
Las fuerzas internacionales, dijo, «han operado de una manera que nos distancia -física y psicológicamente- de la gente que pretendemos proteger (…). Los insurgentes no nos pueden derrotar militarmente, pero nosotros mismos sí podemos hacerlo».
El general -a quien Gates designó para hacerse cargo de las operaciones en momentos que el presidente Barack Obama necesitaba una nueva estrategia para el país en guerra-, también advierte que los insurgentes reclutan sistemáticamente nuevos miembros en las atiborradas cárceles afganas.
Las prisiones se han convertido en «un santuario y una base para llevar a cabo operaciones letales» contra el gobierno afgano y las fuerzas de la coalición, dijo.
Sin embargo, McChrystal mantiene un prudente optimismo sobre los resultados a largo plazo en el conflicto señalando: «A pesar de la gravedad de la situación, la victoria todavía es posible».