La crisis financiera mundial ha causado estragos en países de todo el mundo. Bancos han cerrado sus puertas, la industria de la construcción y automovilística se ha tambaleado mientras que el endeudamiento público ha aumentado en todos los países como consecuencia de la contracción de la economía. No obstante un área se ha beneficiado. El planeta ha registrado una caída sin precedentes de emisiones de gas que producen el efecto invernadero.