Fernando Ramos
Al final, la vida es hermosa y vale la pena vivirla; pero no se puede dejar de lado que, muchas veces, es difícil sobrellevarla. Los más optimistas, ¿ingenuos quizá?, justifican las adversidades con la trillada frase «pudo haber sido peor»; ¿optimismo puro o consuelo de pobre? Cada uno lo verá de acuerdo a su perspectiva y experiencia.
De cuando en cuando el cine pone en el papel principal a algún personaje cuya vida, en apariencia, no tiene atractivo, alguien del montón, seres normales, sin mayor historia. Un ejemplo es: «The man who wasn´t there», que traducido literalmente sería, «El hombre que no estaba ahí».
Se trata de una lúcida, pero complicada película de la factoría de los hermanos Coen; en donde se cuenta la historia de Ed Crane (Billy Bob Thornton), un peluquero cuya existencia es totalmente insustancial y sin ninguna gracia, eso lo dice él mismo, aunque no literalmente.
Ed es una persona normal: tiene esposa, trabajo, es miembro conocido dentro de su comunidad; es decir, tiene una vida para vivirla; pero se encuentra inmerso en el vacío, por tal motivo toma decisiones encaminadas a revertir el rumbo.
La cinta es excelente, equilibrada en todas sus partes: guión excelente, con personajes bien construidos; dirección acertada; actuaciones magníficas; fotografía adecuada, el blanco y negro refleja mejor la expresión facial de los actores; por mencionar algunos, todos elaborando un brillante conjunto, en donde sobresale la fotografía.
El peso de la historia recae en Billy Bob Thornton, cuya actuación es enorme. Su personaje le da exacto sentido al título del filme, pues representa a un tipo que deambula por la vida, con una expresión de indiferencia, en donde no se sabe si ignora todo cuanto lo rodea o si es ignorado por su entorno.
El desarrollo de los acontecimientos lo llevan a pensar que la suerte está de su lado, pero el cúmulo de enredos lo conducen a un destino fatal que, en resumidas cuentas, puede ser real o inventado.
«El hombre que no estaba allí», producida, escrita y dirigida por Joel y Ethan Coen, pone de manifiesto el gran talento y oficio de estos dos cineastas.
Cargada de fino humor negro, de situaciones absurdas, algunas veces grotescas; en donde cada cosa que sucede, por paradójica que parezca, le da sentido a lo que se quiere mostrar.
Hay que tomar en cuenta que el planteamiento de los hechos no es simple, lo cierto es que cuando se hace el recuento final nada es lo que parece, por lo tanto, se exige total atención por parte del espectador.
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Situada en California en el año 1949, Ed Crane es un barbero, casado con Doris, una contable con algunos problemas con el alcohol. Ed es inexpresivo y generalmente contesta con no más que un gesto.
Su compañero de trabajo, y también cuñado, Frank, dueño de la barbería, es un personaje que, al contrario que Ed, habla constantemente. En la barbería, Ed conoce a Creighton Tolliver, un hombre de negocios que está buscando un inversor para desarrollar una nueva tecnología llamada limpieza en seco.
Después de pensarlo, decide que quiere invertir. De forma anónima chantajea al jefe de su esposa, «Big Dave», aprovechando que Ed está seguro de que tiene una relación de amante con su esposa Doris; de esta forma Ed pretende conseguir los 10 mil dólares que necesita.
TíTULO ORIGINAL: «The Man Who Wasn»t There»
DIRECCIí“N: Joel y Ethan Coen
PRODUCCIí“N: Ethan Coen
GUIí“N: Joel Coen e Ethan Coen
MíšSICA: Carter Burwell
FOTOGRAFíA: Roger Deakins
PROTAGONISTAS: Billy Bob Thornton, Frances McDormand, James Gandolfini, Tony Shalhoub, Scarlett Johansson, Jon Polito y Michael Badalucco
PAíS: Estados Unidos
Aí‘O: 1998
Gí‰NERO: Cine negro
DURACIí“N: 118 minutos