La cultura azteca ha sido objeto de numerosas exposiciones, pero por primera vez el British Museum de Londres ahonda en la personalidad de su último gran emperador, Moctezuma II.
«Moctezuma: soberano azteca», que se inaugura el próximo jueves, «es una exploración aventurera para tratar de entender la biografía de uno de los principales protagonistas de los tumultuosos acontecimientos que rodearon la conquista española de México», explicó Colin McEwan, curador de la exposición organizada en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.
Nacido en 1467, Moctezuma fue el noveno emperador «azteca», aunque un texto explica de entrada a los visitantes que este término, impuesto en el siglo XIX, se emplea incorrectamente para referirse a la civilización mexica, que dominó el centro y el sur del actual México entre los siglo XIV y XVI.
Desde la capital, Tenochtitlán -sobre la que hoy se erige el distrito federal-, este semidios, político y guerrero llevó el imperio a su máximo esplendor durante su reinado entre 1502 y 1520, cuando fue destronado por el conquistador español Hernán Cortés.
Esculturas, cuadros, máscaras, joyas, mapas, armas y manuscritos son algunos de los objetos venidos de una veintena de instituciones extranjeras -la mitad de México-, que ayudan a entender el auge y el declive del poderoso emperador, cuarto y último protagonista de una serie de exposiciones que el British Museum dedicó en los últimos años a los grandes soberanos del mundo.
La exposición se abre con un majestuoso retrato colonial del siglo XVII que evoca a los visitantes el Moctezuma de su imaginación, orgulloso y aguerrido, con su capa, su lanza y su escudo, antes de mostrarles los vestigios de época.
«Nos consideramos muy privilegiados por haber podido reunir muchas de las principales esculturas que pueden relacionarse con la figura de Moctezuma y reconocerse por su distintivo glifo personal, que incluye una diadema triangular de color turquesa», agregó el responsable de la sección Américas del prestigioso museo londinense.
La pieza central, situada bajo la cúpula central, es el «Teocalli de la guerra sagrada», un complejo templo piramidal de tamaño reducido esculpido directamente en la piedra que fue encargado por Moctezuma en 1507 para la ceremonia del «Nuevo Fuego», celebrada por los mexicas cada 52 años, cuando coincidían los calendarios solar y lunar.
Impactante es también la impresionante águila de piedra Cuauhxicalli, con un hueco en el dorso para colocar los corazones humanos que los mexica ofrecían al sol, hallada en las inmediaciones del Templo Mayor, por cuya maqueta fluye la sangre de los sacrificios.
Los colores blanco y turquesa -omnipresente color real- dominan la primera parte, que presenta el imperio mexica y la dinastía imperial, antes de concentrarse en tres aspectos del personaje de Moctezuma: sus poderes político -simbolizado por la construcción de un suntuoso palacio- y militar, y su estatuto de semidivinidad -que entre otras cosas le impedía tocar el suelo.
Pero la escenografía vira al gris hacia 1519, con la llegada de los conquistadores sedientos de oro en sus «montañas flotantes», aunque en un primer momento los mexicas les ofrecieron regalos, como el delicado pectoral incrustado de turquesa en forma de serpiente de dos cabezas que puede verse en Londres.
Los curadores no privilegian ninguna de las versiones sobre la muerte de Moctezuma -que rápidamente llevó también a la caída del imperio-, por una espada como sugiere el «Códice Moctezuma», o apedreado durante una rebelión de sus súbditos, como muestran la serie de enconchados españoles que reflejan de manera estereotipada la narrativa elaborada por los vencedores.
La muestra termina con una explicación de las excavaciones que se llevan a cabo actualmente en el Templo Mayor para mostrar al público «cuánto queda todavía por descubrir y por saber de esta civilización», explica Elisenda Vila Llonch, co-curadora de la muestra.
Los organizadores esperan que unas 400 mil personas pasen hasta el 24 de enero de 2010 por el Museo Británico, que se une suma anticipadamente a las celebraciones del bicentenario de la Independencia de México y centenario de la revolución.