Presión para poner fin a abusos de primas bancarias


Los lí­deres de la UE se reúnen hoy en Bruselas con el fin de convencer a sus socios del G20 y especialmente a Estados Unidos de imponer reglas estrictas a las primas que cobran los banqueros por operaciones basadas a menudo en la especulación y los beneficios inmediatos.


La cumbre de los jefes de Estado y de gobierno de la UE, convocada para preparar la cita del G20 la próxima semana en Pittsburgh (Estados Unidos), será consagrada paralelamente a las negociaciones internacionales sobre cambio climático, que avanzan en cuentagotas a menos de tres meses de la conferencia de Copenhague.

«Vamos a tratar de convencer a nuestros amigos estadounidenses de que es necesario un nuevo código de conducta en los asuntos financieros», declaró el jueves el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.

«Si se fracasa, apoyo firmemente la idea de que en Europa hagamos lo que estimemos necesario, lo hagan o no los estadounidenses», subrayó Juncker, jefe de fila de los ministros de Finanzas de la Eurozona, a la radio alemana Deutschlandfunk.

Los lí­deres de la Unión Europea (UE), que se reúnen a partir de las 19H00 (17H00 GMT) en Bruselas, quieren emplazar a los paí­ses del G20 a prever «reglas vinculantes» para obligar a los bancos a enmarcar las primas, so pena de «amenazarlos con sanciones a nivel nacional», según el borrador del texto final.

En el proyecto, que retoma una propuesta de Francia, Alemania y Gran Bretaña, los 27 solicitan que la «remuneración variable» de los banqueros sea «fijada a un nivel adecuado con respecto a la remuneración fija» y «dependa del desempeño» de la entidad para «evitar el pago de primas garantizadas».

Pero los europeos tendrán ante sí­ la difí­cil tarea de convencer a Estados Unidos en la cumbre de Pittsburgh de adoptar una postura firme frente a este tipo de primas, cuyos montos desorbitados empujaron a muchos banqueros a realizar operaciones especulativas masivas, contribuyendo al estallido de la crisis financiera mundial.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se mostró claramente esta semana contrario a poner un lí­mite a los bonos y el miércoles uno de sus más altos consejeros insistió en su «reticencia a la idea de imponer niveles individuales de remuneración».

Los dirigentes de la UE prepararán además el terreno para presionar a Washington sobre la necesidad de implicarse más en la lucha contra el cambio climático, un asunto que también estará sobre la mesa en la cumbre del próximo jueves y viernes del G20, integrado por las potencias más industrializadas y en desarrollo.

«Necesitamos señales más claras por parte de Estados Unidos» sobre los objetivos de reducción de emisiones de CO2, previno el miércoles el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo paí­s preside este semestre la UE.

«Todos los paí­ses que todaví­a no lo han hecho deberí­an de forma urgente asumir compromisos ambiciosos para reducir sus emisiones a medio plazo», subraya igualmente el borrador de la cumbre europea.

La UE empieza a mostrarse inquieta ante la falta de progresos significativos en las negociaciones de cara a la cumbre de la ONU de diciembre en Copenhague, en la que debe alumbrarse un ambicioso acuerdo mundial para atajar el cambio climático.

El borrador europeo también hace especial referencia a la necesidad de reducir los déficits públicos, tras las decenas de miles de millones de euros invertidos desde fines de 2008 por los Estados en relanzar sus economí­as.