A través de terapia genética, estos investigadores de la Universidad de Washington lograron restaurar la visión de todos los colores en monos adultos que nacieron sin la habilidad de distinguir entre el rojo y el verde. Los expertos, que publicaron su estudio en la revista Nature, aseguran que el mismo tratamiento podría funcionar en humanos. «Además, esta investigación también podría tener potencial en el tratamiento de otro tipo de desórdenes visuales, incluyendo la degeneración macular relacionada con la edad», dijo Jay Neitz, líder del equipo.