Los precios del petróleo iniciaron el año en caída libre, al retroceder 10% y situarse por debajo del umbral de los 55 dólares el barril por primera vez desde 2005, una desvalorización motivada por la perspectiva de un invierno suave en Estados Unidos.
En Nueva York, el barril del «light sweet crude» para entrega en febrero cayó ayer hasta los 54,90 dólares, su nivel más bajo desde el 14 de junio de 2005.
Ese mismo día, el barril de Brent para entrega en febrero reculó en Londres hasta los 54,50 dólares, un precio que no se registraba desde el 30 de noviembre de 2005.
«El sentimiento del mercado se volvió negativo porque el invierno hasta ahora ha sido suave», explica Mike Wittner, analista del banco Calyon.
Las cotizaciones sufrieron un retroceso de más de 6 dólares en tres días, principalmente a causa de las temperaturas moderadas en Estados Unidos, lo que lleva a una reducción de la demanda de productos petroleros.
Mientras que el mes de enero suele ser el más frío del año en Nueva York, el mercurio marcaba ayer vuatro grados centígrados más de la media invernal.
Según los meteorólogos del Weather Derivatives, la demanda de fuel para calefacción en el noreste del país, la región más consumidora del mundo, será 40% inferior a la normal hasta el 11 de enero.
Esta desaceleración de la demanda, que registró una caída de 3% en un año en Estados Unidos, se refleja además en el nivel de reservas petroleras estadounidenses, que aumentaron la semana pasada.
«El invierno suave en Estados Unidos es claramente el factor dominante que explica la tendencia a la baja de los precios, pero la amplitud de la caída sugiere un pesimismo más generalizado sobre la demanda», observa Kevin Norrish, analista del banco Barclays Capital.
Fuera de Estados Unidos, las temperaturas del invierno también se mantienen moderadas en el conjunto del hemisferio norte y en los países del noreste de Asia, como Corea o Japón, lo que limita la demanda mundial de energía.
En este contexto, los fondos de inversión, principales actores en la subida el año pasado de las cotizaciones del crudo hasta récords históricos, se prepararían ahora para plegar velas, previenen los analistas.
«El rumor que corre esta semana es que los fondos estarían a punto de retirarse del mercado tras haber registrado recientemente fuertes pérdidas», a causa de la caída de los precios, estima Michael Davies, analista en la entidad Sucden.
Davies subraya igualmente que la rapidez del repliegue de los precios inquieta igualmente a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que tratan en vano desde hace varios meses de volverlos a subir por encima de los 60 dólares.
«Si la suavidad de las temperaturas persiste, el nivel que la OPEP podría tener que defender sería más bien de 50 dólares el barril», señala.
La OPEP, que proporciona 40% de la oferta mundial de crudo, ya anunció dos bajas consecutivas de la producción a finales de año -equivalentes a 1,7 millones de barriles diarios menos en total-, con el fin de frenar la caída de los precios.
El cártel podría intervenir de nuevo si prosigue el declive. «La presión financiera que pesa sobre los miembros (de la OPEP) para mantener los precios por encima de los 55 dólares el barril, y defender así su poder adquisitivo, promete ser fuerte», juzga Adam Sieminski, analista en Deutsche Bank.