El líder del centroizquierdista Partido Demócrata de Japón (PDJ), Yukio Hatoyama, fue investido como primer ministro hoy, con el fin de llevar a cabo una política más social después de 55 años de gobierno casi ininterrumpido de la derecha.
Hatoyama fue elegido por 327 de los 480 diputados del Parlamento nipón, 119 de los cuales votaron por Masatoshi Wakabayashi, el candidato del Partido Liberal-Demócrata (derecha), que dejaba así el poder tras más de medio siglo.
El nuevo jefe del Gobierno acogió el resultado inclinándose profundamente y sonriendo a los diputados que los aplaudían. Esa votación debe ser luego ratificada por el Senado, donde el PDJ y sus aliados también son mayoritarios. Vencedor de las recientes elecciones legislativas, el PDJ prometió llevar a cabo una política «en favor de la vida de las personas».
Esto se traduce en una voluntad de redistribuir una parte del ingreso nacional a las familias, a los desempleados y a los jubilados, de luchar contra el trabajo precario y de aumentar el salario mínimo.
El PDJ prometió financiar este programa mediante una campaña contra el despilfarro en los gastos del Estado, que debería llevarle a reducir los trabajos públicos y a descentralizar y racionalizar la poderosa administración pública.