Falleció el padre de la Revolución verde


Norman Borlaug, cientí­fico estadounidense y ganador del Premio Nobel de la Paz, falleció el sábado pasado. Es reconocido por ser el impulsador de la Revolución verde, que significó el retorno a la agricultura como un método económico salvador para miles de familias. FOTO LA HORA: AFP MANDEL NGAN

El agrónomo estadounidense Norman Borlaug, premio Nóbel de la Paz cuyos trabajos sobre una variedad de trigo resistente a las enfermedades permitió evitar hambrunas, murió el sábado a los 95 años.


Este cientí­fico, a quien se le atribuye la paternidad de la denominada «Revolución verde», que permitió modernizar las técnicas agrí­colas y la productividad en los años 60, falleció en Dallas (Texas, sur) a causa de un cáncer, anunció la universidad A&M de Texas, especializada en agronomí­a, donde trabajaba desde 1984.

Borlaug era conocido sobre todo por su trabajo sobre una variedad de trigo enano de alto rendimiento y resistente a las enfermedades, que permitió aumentar considerablemente la producción agrí­cola en América Latina y Asia.

«Norman Borlaug es el hombre que salvó más vidas en la historia de la humanidad», aseguró Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU, subrayando que «su dedicación total hacia la erradicación del hambre y la hambruna revolucionó la seguridad alimentaria para millones de personas y en numerosos paí­ses».

Nacido en 1914 en Iowa (centro), Norman Borlaug comenzó su carrera antes de la Segunda Guerra Mundial en el servicio de bosques de Estados Unidos, tras estudiar en la Universidad de Minnesota (norte). Como muchos estadounidenses del Medio Oeste, provení­a de una familia originaria del norte de Europa.

«Pasó su infancia en una granja de Iowa, influido por las lecciones de su abuelo noruego en base al sentido común», recordó la universidad A&M en un comunicado.

Fue lo que lo llevó a interesarse más adelante en la alimentación.

«La civilización tal como la conocemos actualmente no habrí­a podido evolucionar ni sobrevivir sin una cantidad suficiente de alimentos», subrayó en su discurso de recepción del premio Nobel de la Paz en 1970.

A partir de 1944, Borlaug inició dos décadas de trabajos junto a cientí­ficos mexicanos para desarrollar una nueva variedad de trigo que se introducirí­a luego en India y Pakistán.

El trigo enano permitió alcanzar rendimientos dos a tres veces superiores a los de las variedades clásicas. Según los propios cálculos de Borlaug, permitió prácticamente duplicar la producción de trigo de India y Pakistán entre 1965 y 1970, equivalente a un aumento de más de de 11 millones de toneladas.

Este éxito, en una época en la cual se temí­an y anticipaban grandes hambrunas, le valió fama mundial y su trigo enano comenzó a ser cultivado en toda América Latina, en Medio Oriente y ífrica.

Cuando ganó el premio Nóbel, prometió seguir trabajando en su objetivo con «un ejército de combatientes del hambre (…) durante toda la vida».

Borlaug recibió las dos mayores distinciones civiles en Estados Unidos: la Medalla de la Libertad otorgada por el presidente de Estados Unidos y la Medalla de Oro del Congreso. También recibió distinciones de numerosas universidades, desde India hasta Bolivia.

Era un ferviente defensor de las biotecnologí­as y las manipulaciones genéticas. «El público debe ser informado mejor sobre la importancia de las biotecnologí­as en la producción alimentaria y será menos crí­tico», afirmaba en 2002 en una entrevista en ActionBioscience.org.

Norman Borlaug tuvo dos hijos. Su esposa Margaret falleció en 2007.