La localidad de Arenys de Munt votó ayer masivamente a favor en una polémica consulta local sobre la autodeterminación de Cataluña, mientras la región espera la decisión del Tribunal Constitucional sobre la ampliación de su estatuto de autonomía.
El 96% de sus habitantes votaron a favor de la independencia de la región de Cataluña, respondiendo a la llamada de una organización civil independentista a pesar de una prohibición judicial.
Los casi 6 mil habitantes de más de 16 años de esta pequeña ciudad a 50 km de Barcelona y con alcalde independentista fueron invitados a responder a la pregunta: «Â¿Está a favor de que Cataluña sea un Estado soberano, social y democrático integrado a la Unión Europea?»
De los 6.500 habitantes de la ciudad, 2.671 habitantes votaron y 2.568 contestaron «sí» a la pregunta.
El presidente del club de fútbol FC Barcelona, Joan Laporta, declaró el viernes, día de la fiesta nacional catalana, que votaría «sí» en este referéndum si pudiera.
La votación fue organizada en un local privado de la ciudad, luego de que un juez de Barcelona prohibiese hacerla en una sala del ayuntamiento con el aval de éste, como estaba previsto en un primer momento.
El resultado de la consulta es sólo indicativo, ya que el magistrado consideró que la consulta es ilegal y fundamentó su decisión citando el artículo 92 de la Constitución española, que dispone que sólo el Rey, por propuesta del gobierno avalada por el parlamento, puede convocar a un referéndum de esta naturaleza.
Los ayuntamientos pueden organizar este tipo de convocatorias sobre temas exclusivamente locales.
Hacia el mediodía, unos 60 militantes del partido de extrema derecha de la Falange Española, llegados en autobuses escoltados por la policía, se manifestaron contra esta consulta popular coreando «Cataluña es España».
Decenas de independentistas rodearon entonces a los manifestantes de extrema derecha, cantaron en varias ocasiones el himno de Cataluña y les lanzaron piedras.
Las autoridades habían desplegado unos 400 policías en esta localidad para prevenir disturbios y prohibieron la circulación en el centro.
Este referéndum se celebra mientras la próspera región de Cataluña espera la decisión del Tribunal Constitucional español sobre la legalidad de la ampliación del estatuto de autonomía catalán, que detalla las atribuciones de las instituciones regionales.
Su ampliación fue aprobada en el Congreso de los Diputados español en 2006 tras difíciles negociaciones.
Según el diario El País, la mayoría de los jueces del Constitucional se inclina por declarar «no conformes» a esta ley varios aspectos importantes para los partidos nacionalistas como la definición de «nación» de Cataluña y la obligación de hablar la lengua catalana.
La mayoría de los partidos catalanes, empezando por los nacionalistas e independentistas, anunciaron que considerarían esta decisión un «casus belli».
Esto pondría en una posición difícil al gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que impulsó la ampliación del estatuto catalán y que necesita el apoyo de los partidos catalanes en el Congreso.
Se espera que el Constitucional anuncie su decisión durante el otoño boreal después de posponerla varias veces.