«Escándalo en palacio» (¿del Elíseo?): la pareja formada por el presidente francés, Nicholas Sarkozy, y su esposa Carla Bruni, ha inspirado de una forma muy libre una obra de teatro que actualmente se representa en Madrid sobre los problemas del amor y el poder mediatizados.
Se trata de una ficción, pero cualquier parecido entre los dos protagonistas de esta comedia, que se representa en el teatro Reina Victoria, con Sarkozy y Bruni, no es sólo pura coincidencia.
La obra tiene lugar en el salón de Bernard Mathieu, un presidente cincuentón de un país no especificado, y de su joven esposa Paola d»Angio, curiosamente una ex top-model y presentadora de televisión de origen italiano.
La pareja asiste nerviosa a la retransmisión de un diario televisado que anuncia la difusión de unas imágenes tomadas por unas cámaras de seguridad: se ve al presidente Mathieu haciendo el amor con Paola en los baños de un palacio oficial, cuando todavía estaba casado con su ex esposa.
Asegura que quiere dimitir: «Ya no soy el presidente de la República, soy el presidente que hace el amor en los baños». Ella, no quiere ni oirle hablar de dimitir.
Los diálogos son vivos, a veces, muy crudos. «Cariño, ¿te habrías fijado en mí si hubiese sido un prejubilado de unos grandes almacenes?», pregunta el presidente a su esposa. La respuesta es rotunda: «Y tú, ¿te habrías fijado en mí si no tuviera este culo y estas piernas?».
El autor, director y actor principal de «Escándalo en palacio», Pedro Ruiz, asegura que no se trató de hacer sólo un vodevil, sino una comedia «sobre dos seres humanos atrapados por su posición, sus ambiciones y una enorme presión mediática».
No oculta que se inspiró en la pareja Sarkozy-Bruni, pero jura que sus personajes no son más que «arquetipos cercanos, más una radiografía de todos que la foto fija de alguien en concreto».