Sustituir dos centrales nucleares por generadores de gas instalados en casas de particulares, tal es la apuesta presentada este miércoles por el suministrador alemán de energías renovables Lichtblick, asociado al constructor automotor Volkswagen.
Lichtblick, con sede en Hamburgo, que compite con los gigantes de la energía vendiendo electricidad producida con fuentes renovables a medio millón de clientes, quiere pasar ahora a un estadio superior.
Su idea es vender masivamente generadores que funcionan con gas natural, capaces de suministrar energía a la casa para la calefacción y el agua caliente, y al mismo tiempo de producir electricidad que sería inyectada en la red.
El objetivo de Lichtblick es vender 100 mil «minicentrales», para producir tanta electricidad como la que generan dos centrales nucleares, es decir 2 mil megawatios. La propuesta cae en un momento idóneo, ya que el plan de abandono de la energía atómica en Alemania podría verse trastocado tras las legislativas del 27 de septiembre.
Los generadores ideados funcionan «como un banco de peces: pequeñas unidades constituyen una gran comunidad, eficiente, que genera abundante electricidad», explica el patrón de Lichtblick, Christian Frieg.
Dichos generadores «son mucho más ecológicos que las centrales de carbón, pues producen mucho menos CO2. Pero también son más ecológicos que las centrales nucleares, que generan un calor que es desperdiciado», explica Claudia Kemfert, experta del instituto de investigación DIW.
Los generadores de Lichtblick tienen una tasa de eficiencia estimada en el 92%, según el grupo. En el caso de las centrales nucleares, la tasa se estima en general entre el 40 y el 50%.
Aunque «lo más ecológico sería hacer funcionar esas minicentrales con biogas», y no con gas natural, observa Claudia Kemfert.
Aunque los generadores de calor y de electricidad no son una novedad, el proyecto de Lichtblick se distingue porque prevé que el operador mantenga el control de estas pequeñas centrales.
Los particulares tendrán que pagar 5 mil euros para que la sociedad con sede en Hamburgo instale en sus casas el generador y el sistema de calefacción asociado.
En contrapartida, pagarán una tarifa ventajosa para la calefacción y cobrarán un «alquiler» por alojar en sus casas el generador. Asimismo recibirán una prima de fin de año, calculada en función de los ingresos logrados de la venta de la electricidad generada.
El concepto ha convencido al gigante automotor Volkswagen, que se ha asociado al proyecto. El constructor prevé equipar las «centrales caseras» con un motor parecido al de su modelo Golf, y estudia empezar con una producción de 10 mil motores por año.
Para Volkswagen, primer constructor europeo, «es ante todo una ofensiva de marketing», explica Stefan Sigrist, experto del sector automotor en el banco LBBW.
«Para Volkswagen queda bien presentarse bajo una etiqueta verde», explica, y añade que «con seis millones de automóviles vendidos al año, unos centenares de motores de más o de menos no suponen una gran diferencia» para el constructor.