Grupo: Amigos de La Marimba


San Pedro Carchá, ciudad próspera y floreciente. Pertenece al norteño departamento de Alta Verapaz. Cuenta con diverso patrimonio de valí­a. La imagen del patrono religioso, crucificado de cabeza, ubicado en el altar mayor de su imponente templo católico. Balneario Las Islas, puente Chixtún centenario y el grupo amigos de la marimba.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Este último, «los últimos son los primeros» de prestigio y trayectoria. Las damas son también primero. Irma Ruiz de Ramí­rez y Sandra de Fuentes desempeñan puestos relevantes. En su orden, directora e instructora, entregan ahí­nco y entusiasmo a fin que el grupo de bailarines exhiban un arte impresionante de enorme atractivo.

Llevan tiempo de demostrar tan cimera actividad en varios escenarios. A los acordes del teclado de hormigo cosechan palmas. El mejor palmerés consiste en la motivación a toda prueba del público. Siempre les brinda el calor humano y reconocimiento del aplauso sincero, ajeno al protocolo y compromisos preestablecidos, de ocasión volátil.

En edades atinentes a la infancia feliz, y asumimos que en la cercana frontera, algunos, de la pubertad, y adolescencia mera transición biológica. Hay sin temor a dudas, una auténtica integración grupal. Situación por demás beneficiosa, garante además de real interacción, de suyo indispensable. Algo esencial, ponen en cada una de las actuaciones, alma y corazón.

Bailan con perfección todos los ritmos que el instrumento nacional glorifica al ejecutar con maestrí­a. Por cuanto mantienen esa costumbre, desplazada bastante hoy en dí­a, por efecto de la transculturación aniquiladora. En especial la muchachada y adultos imitadores que siguen la corriente en los ritmos casi destruidos por el ruido de volúmenes exagerados.

Que la vida les sea propicia con miras a ser elementos multiplicadores en su turno epocal. En el seno de su futuro hogar indudablemente trasmitirán a sus descendientes dicho arte en el campo social. El medio es reacio a dar apoyo a quienes recorren esa senda, que no un lecho de rosas. Están llamados a sembrar esa simiente original.

El diagnóstico situacional inscribe en favor un hito histórico de su querido terruño. Con hechos más que solo palabras huidizas le dan brillo y prestigio a la ciudad de San Pedro Carchá, Alta Verapaz. Honra y ejemplo, a tí­tulo de desafí­o en aquella región de eterno verdor. En el interior existen manifestaciones ignoradas y valores.

Parabienes a los propiciadores, piedra angular de esta construcción artí­stica. Lo mismo que merecidas felicitaciones por tan loable iniciativa y proyección enjundiosa. Posición alentadora evidencia el grupo de Amigos de la marimba, Che Ramí­rez, de Carchá. Deseable viene a ser tan especial actividad que tenga el calificativo de mantenida.

Creemos de buena fe que no les cortarán las alas en el futuro a los bailarines. Tienen madera de calidad, urgida de expansión y éxitos plurales. Deseamos asimismo que se valoren personalmente y den su lugar a los demás. Unidos por similares principios redundarán en superar los escollos y afianzar la victoria en sus actitudes.

A tí­tulo personal he ahoyado en reiterados ocasiones ese suelo fértil. Disfrutado de la oxigenación devenida de su entorno inolvidable He contemplado con arrobamiento la maravilla del paisaje circundante, equivalente a esplendidez. Sin desestimar el motor de su cotidianidad, un emporio de comercio, industria y turismo.

Una ciudad que engloba aldeas, caserí­os y fincas, Donde existen relaciones y convivencia armónica con la etnia qeqchí­, en porcentaje considerable. Abre sus puertas de par en par al viajero, comerciante e industrial.

Todo por las niñas, niños y púberes y adolescentes del Grupo: Amigos de la marimba Che Ramí­rez, de la ciudad de San Pedro Carchá.