Dispuesta a cuidar la naturaleza y enseñarle a los demás cómo hacerlo, Andrea Nava a sus 10 años se ha empeñado a que todos los niños adquieran conciencia ecológica y resguardar su futuro ecológico.

«Los niños de Guatemala tenemos el potencial para cuidar nuestra naturaleza, haciendo cosas pequeñas todos podemos proteger y mejorar nuestro ambiente», comenta Andrea en su intensa y prematura lucha para lograr que muchos se interesen en cuidar el medio ambiente.

Recientemente la pequeña estuvo en el Debate Mundial ¡Sellemos el Acuerdo!, que se realizó el mes pasado en Corea del Sur, y donde niños de todo el mundo se reunieron con destacadas personalidades en el ámbito ecológico para presentar nuevas propuestas en pro de la naturaleza con la participación de la población infantil del planeta.

Esta actividad fue organizada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, que es parte de una estrategia llamada TUNZA, una palabra en lengua africana que significa tratar con afecto y cuidar, ésta permite a los niños del mundo no sólo compartir sus ideas y proyectos, sino sensibilizarlos sobre temas sensibles como la naturaleza.

La pequeña protectora de la flora y la fauna nacional está organizando una convocatoria a nivel nacional que incluye la visita de todas las instalaciones educativas posibles, antes del 24 de octubre, fecha en la que se celebra el Dí­a Mundial de Acciones en favor del Medio Ambiente.

Durante esa celebración, Andrea realizará un encuentro en el que niños de República Dominicana, México, Ecuador, Bolivia y Argentina vendrán a Guatemala para compartir sus proyectos encaminados al cuidado de la naturaleza en Latinoamérica.

Para esa fecha, Andrea espera contar con el apoyo de niños y niñas guatemaltecas, para que sus propuestas para cuidar el ambiente sean escuchadas. Se pretenden sembrar por lo menos mil árboles, comprometiendo a los padres para que acompañen a sus hijos y se hagan responsables de la siembra.

A su corta edad, la niña tiene su agenda apretada, y por ello es su madre, Elizabeth de Nava, quien responde sobre detalles de la pequeña activista y de cómo se han involucrado en una lucha titánica en pro de la naturaleza.

LA HORA: ¿Dónde estudia su hija?

Elizabeth de Nava: Andrea estudia en el Colegio Verbo.

LH:¿Cómo aprendió a cuidar la naturaleza?

EN: Desde muy pequeña fue muy creativa, quizá porque aprendió muy rápido a leer y escribir, pues a los 5 años ya sabí­a y luego participó en algunos programas de radio declamando y en otras actividades extras.

LH: ¿Cuántos hermanos tiene Andrea?

EN: Tiene otra hermana, Sofia Daniela de 7 años que se lleva muy bien con ella.

LH: ¿Cómo comenzó a interesarse en el tema?

EN: Bueno, mi esposo y yo participamos en actividades de tipo humanitario y mis hijas han tenido contacto con las personas necesitadas; desde muy pequeña Andrea se interesó por ayudarnos en las jornadas. Ella ha tenido contacto con la naturaleza desde muy pequeña y le gustaba ir a dar medicina y hacer lo que nosotros hací­amos.

LH: ¿Cuáles son las actividades que realizan?

EN: En un grupo de médicos cristianos que apoyan con jornadas médicas y de diverso tipo, no es ninguna organización, es más bien una ayuda humanitaria.

LH: ¿En el colegio, cómo se desenvuelve?

EN: A los proyectos de ciencia les pone mucho interés, incluso es muy curiosa y le gusta averiguar más de lo que le dejan. Nos ha llevado hasta museos para averiguar más del tema.

LH: ¿Qué se tiene pensado para mejorar Guatemala?

EN: Ahora Andrea esta trabajando en sembrar árboles y ella tuvo la idea de ponerle nombre a los árboles para que los niños los cuiden como si fueran sus bebés y así­ no dejarí­an que los cortaran cuando fueran grandes. Con la Fundación del Bosque Tropical se pretende tener una mejor Guatemala y sembrando árboles lograr tener un mejor aire para vivir mejor.