«Finalmente llegamos a un acuerdo», anunció el número dos del PDJ (centro), Katsuya Okada, al término de una nueva ronda de conversaciones entre su movimiento, el Partido Social Demócrata (PSD, izquierda) y el Nuevo Partido del Pueblo (NPP, derecha).
Las negociaciones se habían iniciado hace una semana, después de la amplia victoria en las legislativas del PDJ contra el Partido Liberal Demócrata (PLD, derecha) que había gobernado el país de forma casi ininterrumpida durante 54 años.
No obstante, las conversaciones se prolongaron debido a divergencias en relación a la presencia militar de Estados Unidos en la isla de Okinawa (sur).
En esa isla están estacionados más de la mitad de los 47 mil soldados estadounidenses destacados en Japón en virtud del tratado de seguridad entre los dos países.
Según la prensa, los partidos acordaron proponer una revisión del estatuto de las fuerzas estadounidenses en Japón que, según el PSD, da derechos extraterritoriales a los soldados.
Un nuevo despliegue fue negociado cuando George W. Bush y el PLD estaban al frente de los respectivos gobiernos.
El acuerdo de entonces prevé en particular el traslado de una controvertida base aérea situada en Futema, desde una zona urbana densamente poblada de Okinawa hacia otro sector de la isla.
La fórmula establecida por los partidos en su documento de compromiso retoma una promesa de la campaña del PDJ.
Durante ésta, Hatoyama se había comprometido a desarrollar una política más independiente respecto al aliado estadounidense.
Según Hidekazu Kawai, profesor de política en la Universidad de Gakushuin de Tokio, Yukio Hatoyama, no quiere tocar las cuestiones sensibles de las relaciones entre Japón y Estados Unidos antes de reunirse con el (presidente estadounidense) Barack Obama.
Inmediatamente después de conocida la victoria del PDJ, Estados Unidos advirtió que excluía toda renegociación sobre el nuevo despliegue militar.
Hoy, el PSD advirtió que consideraba «la cuestión de Okinawa como prioritaria».
La población de la isla soporta mal la presencia de tropas y una serie de violaciones cometidas por soldados estadounidenses provocó conmoción el año pasado.