Microsoft, el gobierno francés, y una serie de grupos y organizaciones estadounidenses presentaron ayer recursos de último minuto para oponerse al proyecto de Google de difundir en internet millones de libros que ya no están disponibles en las librerías.
El editor de las aventuras de Batman y Superman, DC Comics, el sindicato nacional de escritores (National Writers Union) y la coalición nacional de autores (National Coalition of Authors) sumaron su voz al coro creciente de críticas declarando que temen el surgimiento de un nuevo «monopolio».
En cambio, el presidente de la asociación estadounidense de informática y comunicaciones (CCIA), Ed Black, celebró una iniciativa que «aumentaría la competencia» y «alentaría a otros a entrar en este mercado para competir con Google».
Los comentarios fueron manifestados en preparación de una audiencia prevista dentro de un mes en un juzgado federal neoyorquino para validar o no un acuerdo alcanzado en octubre de 2008 con el sindicato de editores estadounidenses (AAP) y el sindicato de autores Authors Guild.
El compromiso, tras una larga batalla jurídica, prevé que Google perciba el 37% de los beneficios vinculados a la explotación de los títulos divulgados, mientras que autores y editores recibirían el 63%. Se crearía además un «registro de derechos de autores» para repartir estos dividendos, y Google destinó 125 millones de dólares para enfrentar eventuales litigios.
Las partes interesadas tenían hasta ayer para plantear sus argumentos, antes de la audiencia del 7 de octubre.
El ministerio de Cultura francés indicó que «el proyecto de transacción no está conforme ni al derecho de la propiedad intelectual ni al derecho a la competencia, y constituye una amenaza a la diversidad cultural».
Microsoft estimó por su parte que el acuerdo debe ser «rechazado».
El acuerdo es objeto de una investigación por parte de las autoridades de la competencia estadounidense, así como de la Comisión Europea.