Los ministros de Comercio de la OMC acordaron ayer reanudar el próximo 14 de septiembre las negociaciones de alto nivel para cerrar la Ronda de Doha de liberalización del comercio mundial, aunque el duro trabajo que queda por delante invita a la prudencia.
El ministro de comercio indio, Anand Sharma, dijo a la prensa que los ministros de más de 35 países se comprometieron a reanudar las negociaciones de alto nivel el 14 de septiembre en Ginebra.
«Hay un avance en las negociaciones. El callejón sin salida en el que estaban ya se ha abierto», declaró el ministro a la prensa.
«Los responsables de las negociaciones y altos responsables se encontrarán el 14 de septiembre en Ginebra para reanudar todo el proceso» de la Ronda de Doha, dijo Anand, que añadió que hay unanimidad sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo, que se hace esperar desde 2001.
Los participantes, entre ellos los cinco actores principales de la OMC (Unión Europea, Estados Unidos, China, India, Brasil), están reunidos desde el jueves en Nueva Delhi para debates informales.
Ron Kirk, representante de comercio exterior de Estados Unidos, reafirmó el compromiso de Washington con una conclusión exitosa. Sin embargo evitó fijar el año 2010 como fecha límite, diciendo que lo que llevará el proceso adelante es el contenido, «y no fijar plazos y programas».
«Nuestros líderes han fijado como objetivo 2010», pero eso requerirá «mucho trabajo duro», advirtió en una rueda de prensa.
Desde la tentativa abortada de organizar un pequeño encuentro ministerial en diciembre de 2008, las negociaciones para un nuevo acuerdo en la OMC se han limitado a contactos de bajo nivel en Ginebra.
Los observadores destacan que las elecciones en Estados Unidos, India y más recientemente Japón han retardado el proceso. El último encuentro de alto nivel de la OMC se remonta a julio de 2008, pero entonces se soldó con un fracaso.
El desacuerdo de India con Washington sobre las condiciones en las que un país en desarrollo podría elevar los aranceles para proteger a sus productores precipitó en aquella ocasión el fracaso de las negociaciones.
Sharma dijo que es muy temprano para afirmar que el proceso está en su fase final, dadas las diferencias persistentes sobre los subsidios agrarios en países ricos y los aranceles aplicados a productos industriales en los países en desarrollo.
El director general de la OMC, Pascal Lamy, se mostró también prudente al decir que «quedan aún duros huesos que roer en estas negociaciones».
La Ronda de Doha fue abierta en 2001 con el objetivo de alcanzar un acuerdo de reducción de las subvenciones agrícolas y las barreras aduaneras, que incentivaría los intercambios mundiales y de paso ayudaría a los países en desarrollo.
Celso Amorim, canciller de Brasil, dijo que los países en desarrollo «ya no tienen margen para hacer más concesiones» a los países ricos.
Países emergentes como India, con sus 235 millones de granjeros, dudan en abrir su mercado a la competencia de productos abaratados gracias a una eventual reducción de aranceles.
Por otro lado, grandes países industrializados como Estados Unidos son renuentes a abandonar sus voluminosos y populares subsidios agrícolas, y quieren que los países desarrollados abran más sus mercados a los productos industriales.
Los 153 países miembros de la OMC deben aceptar de forma unánime un acuerdo para reducir las subvenciones agrícolas y reducir las barreras aduaneras.