El número dos de la red terrorista Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, llamó a los islamistas somalíes a inspirarse de la guerrilla en Irak y en Afganistán para combatir las fuerzas etíopes en Somalia, en una grabación difundida hoy por Internet.
«Exhorto a todos los musulmanes a responder al llamado de la yihad (guerra santa) en Somalia (…) La verdadera guerra comenzará con ataques contra las fuerzas etíopes de agresión (…) Os recomiendo las emboscadas, las minas, las operaciones suicidas», dijo Zawahiri, dirigiéndose a los islamistas somalíes.
Desde el 20 diciembre, las fuerzas somalíes apoyadas por el ejército etíope recuperaron el control de las regiones que desde hace meses estaban en manos de los tribunales islámicos, cuyos miembros están actualmente prófugos.
«No os dejéis impresionar por la fuerza de Estados Unidos: ya la habéis derrotado en el pasado (…) y los muyahidines le rompieron el espinazo en Afganistán y en Irak», agrega el brazo derecho de Osama bin Laden, en esta grabación difundida en el portal Internet habitual de Al-Qaeda y de los grupos yihadistas.
«Exhorto a los leones del islam en Yemen, en la península arábica, en Egipto, en Sudán y en el Magreb árabe a aportar su socorro a sus hermanos musulmanes en Somalia» por todos los medios, prosiguió.
«Exhorto a la nación islámica en Somalia (las milicias islamistas, ndlr) a aguantar firmemente en este nuevo campo de batalla contra la cruzada emprendida por Estados Unidos, sus aliados y las Naciones Unidas contra el islam y los musulmanes», declaró Zawahiri.
Igualmente denunció «la complicidad del Consejo de seguridad de la ONU que ratificó la invasión, por su resolución autorizando el envío de fuerzas internacionales a Somalia, luego rechazando adoptar una resolución sobre la retirada de las fuerzas etíopes de ese país».
A comienzos de diciembre, el Consejo de Seguridad había autorizado la creación por los países africanos de una fuerza de paz en Somalia.
Por otra parte, a fines de diciembre, el Consejo de seguridad de la ONU había fracasado en llegar a un acuerdo sobre una declaración que llamaba a una suspensión inmediata de los combates en Somalia y a una retirada de las fuerzas extranjeras en ese país, sobre todo las etíopes, y finalmente había renunciado a adoptar dicho texto.