Conflictos agrarios aumentan crisis alimentaria en el campo


Carlos Morales, Rafael González y Aparicio Pérez, integrante de CNOC, denunciaron el aumento de asesinatos contra dirigentes campesinos de varios departamentos donde hay alta conflictividad agraria. FOTO LA HORA: Fí‰LIX ACAJABí“N

Organizaciones indí­genas y campesinas integrantes de CNOC denunciaron el incremento de asesinatos contra de sus dirigentes, que en menos de tres meses suman nueve decesos, como consecuencia de la conflictividad agraria que el Estado ha sido incapaz de resolver.

Ligia Flores
lflores@lahora.com.gt

Rafael González, miembro de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC), aseveró que la violencia generada por los desalojos también incrementa la inseguridad alimentaria, ya que cuando los campesinos son expulsados violentamente por la Policí­a Nacional Civil (PNC) y miembros del Ejército, sus cultivos son destrozados.

Entre los fallecidos se encuentra una mujer y ocho hombres dirigentes del Comité de Unidad Campesina (CUC), Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) y de la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas (UVOC), que tienen presencia en varias comunidades de los departamentos de Jutiapa, Izabal, Alta y Baja Verapaz, así­ como Retalhuleu.

«Estamos sufriendo por la situación de la hambruna y además por la criminalización y represión en contra de los dirigentes», señaló Carlos Morales, coordinador de CNOC.

RESPONSABILIDAD

También exigieron al Ministerio Público que investigue inmediatamente los asesinatos -que ven como ejecuciones extrajudiciales- y violaciones contra las comunidades.

«Urge resolver la conflictividad agraria en el paí­s, porque eso ayudarí­a a solventar gran parte de la crisis alimentaria, además se deben implementar polí­ticas de seguridad alimentaria y del sistema de desarrollo rural», dijo Aparicio Pérez, integrante del CUC.

Según los dirigentes de CNOC, en todos los casos existe una trayectoria de lucha de los asesinados por defender el derecho al acceso a la tierra de comunidades indí­genas, que tienen derechos históricos sobre territorios que fueron usurpados durante el conflicto armado y que posteriormente han pasado a manos de empresas privadas y ganaderos.

A criterio de Pérez, hay responsabilidad del Registro de Información Catastral que no agiliza las mediciones, para evitar el incremento de los enfrentamientos, asimismo adujo que la Secretarí­a de Asuntos Agrarios (SAA) ha actuado «complaciente con los terratenientes porque lleva a una burocracia tardí­a (los casos) que impiden solucionar los conflictos»

«Hay responsabilidad del Estado al no solucionar los conflictos, criminalizar y reprimir al movimiento campesino e indí­gena que lucha por su legí­timo derecho. Además la oleada de desalojos que afectan a las comunidades, lo cual constituye una amenaza al derecho a la alimentación», puntualizó.

NIí‘EZ Preocupación por desnutrición


Rosa Marí­a Ortiz, del Comité de Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, estuvo en el paí­s para dar a conocer el cumplimiento que hace el Estado de Guatemala a la Convención de los Derechos del Niño.

La representante mostró su preocupación debido a la baja asignación presupuestaria (que alcaza el 16% del Presupuesto de la Nación), que tradicionalmente se hace a las polí­ticas destinadas a niñez y adolescencia, lo cual, a su criterio, explica la situación crónica de desnutrición que afronta esta población, en condiciones de discriminación, inequidad y violencia.