Las propuestas para limitar las exorbitantes primas en la banca y coordinar las estrategias de abandono de los millonarios planes de estímulo adoptados para atajar la crisis económica global dominarán los debates del G20 Finanzas que comienza hoy en la tarde en Londres.
Aunque las decisiones finales se tomarán los 24 y 25 de septiembre en la cumbre de Pittsburgh (Estados Unidos), los ministros de Finanzas y banqueros centrales de las veinte potencias industrializadas y emergentes prepararán durante dos días en la capital británica el terreno para sus líderes.
Las naciones emergentes, entre las que destacan los latinoamericanos Brasil, México y Argentina, defenderán por su parte una reforma profunda de los organismos financieros internacionales que les otorgue una mayor representación, tema en el que cuentan con el apoyo de Estados Unidos.
Los representantes de Brasil y de los otros tres países del BRIC -Rusia, India y China-, un foro que aspira a convertirse en un interlocutor clave en la escena internacional, tienen previsto reunirse a puerta cerrada a principios de la tarde para coordinar su postura.
La reunión de ministros del G20 se celebra cuando las mayores economías empiezan a emerger de la crisis, con Alemania, Francia y Japón ya oficialmente fuera de la peor recesión desde los años 1930, y las primeras señales de crecimiento en Estados Unidos.
En un informe publicado ayer, la OCDE señaló que la recuperación podría ser «más precoz» que lo que se había previsto pero agregó que el repunte se anuncia «modesto» y no se puede excluir totalmente una recaída de la actividad.
Si hace cinco meses la cumbre de Londres se centró en socorrer a las naciones asfixiadas por la crisis y reactivar el comercio mundial, el G20 deberá tratar ahora de asegurar que la recuperación sea sólida y duradera.
Políticos y analistas coinciden en que las economías son aún muy vulnerables debido al elevado desempleo y a la fragilidad del sistema bancario.
«La crisis no ha terminado», advirtieron en la víspera de la reunión los líderes de Alemania, Francia y Gran Bretaña en una carta en la que instan a sus homólogos a «mejorar el funcionamiento de los mercados financieros, con el fin de evitar una repetición de la crisis actual».
En el centro del debate estarán los bonos excesivos de los ejecutivos bancarios que fueron considerados como un factor desencadenante de la crisis que estalló en agosto de 2007, y que han hecho su reaparición en las últimas semanas, incluso en bancos rescatados, escandalizando a las opiniones públicas.
Los tres grandes países europeos promueven la adopción de «reglas obligatorias» para los bancos en materia de remuneraciones y actividades de riesgo en los países del G20, con sanciones para los que no las apliquen.
«Nuestro objetivo no debe ser prevenir las recompensas cuando son merecidas, por éxitos a largo plazo o trabajo duro» sino «los pagos excesivos y los bonos que premian y alientan las decisiones a corto plazo y los comportamientos temerarios», declaró sin embargo ante una audiencia de empresarios el ministro de Finanzas británico, Alistair Darling, cuya posición difiere ligeramente de la que defienden franceses y alemanes.
El otro gran tema de debate será el plan para salir de las medidas de estímulo sin precedentes adoptadas desde hace un año para prevenir un colapso, que están generando déficit enormes en muchos países.
El consenso es que es todavía demasiado pronto para abandonarlas, pero Estados Unidos y los europeos son favorables a poner en práctica «estrategias de salida» de manera coordinada en cuanto termine la crisis.
El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, citado hoy por el Financial Times, declaró antes de viajar a Londres que su elaboración era «muy importante para (la) confianza» de los mercados financieros.
En las horas previas a la reunión, que tendrá lugar en el ministerio de Finanzas, una veintena de manifestantes luciendo caretas de los líderes del G20 y cargando un trono repleto de doradas bolsas de dinero, se manifestaron hoy por la mañana en el distrito financiero con pancartas que rezaban «Paren de permitir que el dinero gobierne el mundo».