Un hombre que usó un baño público en un centro comercial, en Australia, tuvo que ser llevado a un hospital para que le despegaran el asiento del inodoro, luego que alguien había cubierto este con un pegamento de gran potencia, una acción que fue condenada por un funcionario como una «broma enfermiza».
El personal paramédico removió el asiento del inodoro y trasladó al hombre pegado a él hasta un hospital, donde le aplicaron solventes de potencia industrial para despegárselo.
El hombre, que no fue identificado, no sufrió lesiones pero estaba «sumamente avergonzado» con la situación, informó Di Forsyth, un funcionario del gobierno local de Cairns, al noreste de Australia.
Fuente: Noticias24.com