Una vez se apruebe en Guatemala, se tendrí­a que discutir con las autoridades de Belice para fijar la fecha y la hora de la Consulta Popular, «y será el pueblo de Guatemala y el pueblo beliceño los que van en definitiva a dar el visto bueno para que pueda negociarse dentro del marco de la Corte Internacional de Justicia», explicó Rodas.

Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores lamentó que en el Congreso no le han dado con claridad una fecha; no obstante, está seguro de que está en la agenda para ser discutido, dijo Rodas.

Mientras la contraparte beliceña dijo que «ellos ya tienen también que llevar su proceso, en el caso de Belice que es un caso especial ya está aprobado, porque ellos tienen un parlamento en donde los ministros son parte del parlamento. Recuerden que el proceso es diferente».

El titular de la Cancillerí­a explicó que las autoridades de Belice solo están esperando que en Guatemala se apruebe y así­ en conjunto llevar la Consulta Popular. Dicha actividad de urnas deberá decidir sobre la añeja diferencia, territorial, marí­tima e insular que se mantiene.